Se trata de un lujoso petit hotel ubicado en 11 de Septiembre al 1500. A pesar que es Patrimonio Arquitectónico de la Ciudad de Buenos Aires, la Legislatura porteña podría conceder una excepción al Código Urbanístico para que se construya un edificio de 20 pisos.
Los vecinos y vecinas de Belgrano están en alerta porque el Gobierno de la Ciudad impulsa una excepción al Código de Edificación para que se pueda construir una torre de veinte pisos en la parte trasera del petit hotel de la calle 11 de Septiembre 1535, que en septiembre del 2019 adquirió el empresario Eduardo Cohen Watkins por 3 millones de dólares, indica Infobae.
Si bien la mansión fue catalogada por ley de la Legislatura Patrimonio Arquitectónico de la Ciudad de Buenos Aires, los diputados porteños estarían a punto de conceder una excepción al Código Urbanístico para permitir construir una torre de 20 pisos. El Petit Hotel no será demolido, pero el proyecto presentado prevé la edificación de una torre el mismo predio de la residencia, algo que está prohibido por la normativa vigente.
La iniciativa ya tuvo la primera aprobación en el recinto en lo que se llama “primera lectura”, pero por tratarse del cambio de una Ley Especial deberá hacerse una audiencia pública no vinculante y luego volver a discutirse en una segunda lectura, cuya sanción en caso de ser positiva, será definitiva.
El proyecto es similar al del Palacio Roccatagliata en el barrio de Coghlan, obra que estuvo paralizada tres años por la Justicia porteña hasta que el Tribunal Superior falló a favor. Allí también los vecinos cuestionaron la altura de 28 pisos prevista para una de las torres, en el predio de una mansión de alto valor patrimonial.
El valor patrimonial de la mansión se remonta a 1925, cuando la familia Breyer le encargó al arquitecto José Abuaf la construcción de esta residencia de estilo neoclásico de 1600 metros cuadrados, donde el mármol de Carrara y los pisos de caoba son los protagonistas. Siete dormitorios, tres livings, cochera para 8 autos, ascensor que conecta los 4 pisos, gimnasio y cava de vinos tiene la propiedad.
La mansión se ofreció por primera vez en mayo del 2017 en 7,5 millones de dólares pero la terminaron vendiendo al año siguiente a menos de la mitad. “En junio de este año, el comprador Cohen Watkins creó junto a la constructora Star Tower, la firma 11 DS 1500 S.A, cuya actividad económica declarada es la de constructora inmobiliaria. Tan solo tres meses después el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta remitió a la Legislatura varios convenios urbanísticos que fueron aprobados en primera lectura en tiempo récord, entre los que figuraba la construcción de una torre sobre el predio de esta residencia protegida por ley”, advierte la ONG Basta de Demoler. “A cambio de este permiso excepcional, la empresa de Cohen Watkins se compromete a pagar una suma de dinero al Gobierno porteño”, agregan los integrantes de la ONG.
“El proyecto ingresó a la Legislatura pero no hay nada avanzado”, explicó a Infobae el presidente de la Comisión de Planeamiento Urbano, Daniel Del Sol. “Hubo una primera lectura en el recinto en donde fue aprobado, pero ahora vienen las Audiencias Públicas y luego volverá a la comisión y al recinto para su segundo tratamiento”, agrega el legislador del PRO. “Estamos en el cuarto del camino para sancionar este proyecto. Vamos a escuchar a los vecinos en la Audiencia Pública pero no sabemos cuándo va a terminar porque hay anotadas para hablar 398 personas, que deberán pronunciarse sobre 11 Convenios Urbanísticos, uno de los cuales es éste, el de la calle 11 de Septiembre en Belgrano”, explicó Del Sol.
“Si no lo aprueban ahora, lo van a aprobar más adelante”, dijo a Infobae Mauro Sbarbati de Basta de Demoler. “Lo que sucede es que están utilizando una casa que tiene valor patrimonial para jerarquizar en el mercado de bienes y raíces, los metros cuadrados que están vendiendo. Y el problema es que el Gobierno de la Ciudad flexibiliza a través de los convenios urbanísticos el código de edificación y las leyes de protección patrimonial. Entonces aparece una torre de 20 pisos en el patio de atrás de una casa catalogada. Este no es el único caso. Hay un montón de casos más”, agrega Sbarbati.
“Lo que está pasando es que las edificaciones que son Patrimonio Arquitectónico de la Ciudad son una herramienta más para posicionar en el mercado el desarrollo inmobiliario. Y en definitiva, con la torre arruinan la mansión. Esto ya lo hicieron en el Palacio Rocatagliatta y quisieron hacerlo también con el Convento Santa Catalina de Siena en avenida Córdoba y Reconquista. Esto es lo que llamamos arquitectura parasitaria, edificios que aparecen sobre edificios protegidos que no deberían ser modificados. Hay un montón de leyes que protegen al vecino de un edificio catalogado, pero no se cumplen”, cerró Sbarbati.