Ante la falta de ofertas de privados que quieran comprar la propiedad, la familia aceptó abrir el juego a desarrolladores inmobiliarias.
Ante la falta de ofertas por parte de privados para comprar la propiedad que Diego Armando Maradona les regaló a sus padres a principios de los ‘80, los encargados de venderla decidieron abrir el abanico y ofrecerla a desarrolladores inmobiliarios con el objetivo de que sea demolida y se construya en su lugar un moderno edificio de oficinas o viviendas.
Así es como el jardín podría transformase en cocheras para 26 autos. Las habitaciones donde Doña Tota y Don Diego durmieron sus últimos 30 años de vida pasarían a ser el lobby de un moderno edificio de 4 pisos.
La casa de Cantilo 4575 fue incluida en la “Subasta del Diez”, el remate donde se ofertaron distintos productos que alguna vez pertenecieron al ex capitán de la Selección Argentina. Sin embargo, por la casa de Villa Devoto no se recibió ni una sola oferta, consigna Infobae.
La subasta se extendió por diez días más para dar un plazo extra a un posible comprador. Lo mismo sucedió con el BMW 750i, con sirena de Policía, valuado en 225 mil dólares, que no encontró comprador. Distinta fue la situación de los otros dos vehículos que se ofertaban y la de un departamento en Mar del Plata, que luego del remate consiguieron nuevo dueño.
En cuanto a la casa de Devoto, que tiene una base de 900 mil dólares, apenas hubo algunos interesados que llamaron consultando al grupo Adrián Mercado, encargados de la venta, pero no pasó más allá de eso. “Ante la falta de ofertas de privados es que se empezó a pensar en negociar con desarrolladores inmobiliarios la posibilidad de construir ahí un edificio”, explicó a Infobae una fuente.
El interés de los cinco herederos de vender la casa radica, según la versión que dejaron trascender los abogados de cada uno de ellos, en los importantes gastos que genera. “Por eso se le solicitó a la jueza de La Plata que habilite el remate. Para poder convertir esos bienes en dinero y que dejen de ser un problema. De todas maneras esa plata no se podría tocar porque las cuentas de la sucesión están congeladas por orden judicial”.
La jueza civil platense Luciana Tedesco del Rivero autorizó el remate el año pasado pero con la condición de que el dinero quede congelado a la espera de una decisión en cuanto a tres jóvenes que reclaman ser también hijos de Maradona y que ya se hicieron el correspondiente ADN.
El código urbanístico de la zona permite la construcción de un edificio de hasta tres pisos y un retiro.Son en total 1.650 metros cuadrados vendibles. Las negociaciones con los posibles desarrolladores que compren la propiedad giran en torno a cocheras para 26 autos en planta baja, tres niveles para departamentos u oficinas y un cuarto piso extra.
La historia cuenta que Maradona compró el chalet en 1981 cuando jugaba en Boca y todavía era representado por su primer agente Jorge Cyterszpiler. “Esa casa Diego la amaba. La compró con el propósito de que sea el hogar de sus padres y así fue hasta que murió su papá en 2016″, aseguró un íntimo amigo de la familia.
El ex capitán de la Selección vivió ahí en dos oportunidades: desde que la compró hasta el verano de 1982, cuando viajó a España para sumarse al Barcelona y luego en 2005, cuando regresó a Argentina de su segunda internación en Cuba.
Las negociaciones concretas con los desarrolladores interesados se darán en los primeros 15 días de febrero. Una vez que se elija la mejor opción, se avanzará con la venta. En caso de que aparezca un comprador privado se le dará prioridad, aseguran los responsables de la sucesión. Esto último parece difícil porque en dos meses no se acercó nadie con una oferta concreta.
Todo hace indicar que la mítica casa de Villa Devoto, que durante más de 30 años fue el hogar de los padres de El Diez, la que albergó las anécdotas más increíbles, la que fue testigo de los asados con las personalidades más destacadas del mundo; será convertida en escombros para luego dar paso a un edificio que poco tendrá que ver ya con Diego Armando Maradona.