Según informó el Ministerio Público Fiscal, el local que funcionaba en el barrio porteño de Barracas violó un cierre previo y diversas contravenciones en las cuales detectaron infracciones contra el medioambiente y la salud pública.
En un procedimiento llevado a cabo este martes por la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (Ufema), a cargo del Dr. Carlos Rolero Santurián, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires detectó que un lavadero del barrio de Barracas violó una clausura previa y continuó con su trabajo, afectando de esa forma el medio ambiente y la salud pública.
Según informaron desde el Ministerio Público Fiscal, se trataba de un lavadero y estacionamiento de micros, el cual había sido clausurado tras una primera inspección, ya que se detectó que producto de la actividad realizada en el lugar, se vertían diversos efluentes líquidos en forma directa hacia la red cloacal, sin la correspondiente autorización.
A partir de la confirmación y la negativa de los dueños del lugar a acatar la medida, es que las autoridades porteñas desarticularon todos los vuelcos ilegales e hicieron cesar la actividad. Además, se logró determinar la violación efectiva de las clausuras previas al lugar, por lo que se reimplantaron las fajas de cierre y se dispuso una consigna policial en el lugar.
Cabe destacar que el caso inició tras una denuncia que recibió la División Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina. Luego de constatar lo sucedido, Rolero Santurián imputó provisoriamente a los responsables del establecimiento por infracción a los artículos 56 y 82 del Código Contravencional, sin perjuicio de la recalificación de los hechos en función de la Ley de Residuos Peligrosos (Ley 24.051), según los resultados de las muestras tomadas de las sustancias arrojadas.