Ayer la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de ley que crea la Boleta Única de Papel. Con 132 votos a favor, 104 en contra y 4 abstenciones, el proyecto unificado de los bloques opositores pasará para su tratamiento en el Senado.
En el día de ayer la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de ley que crea la Boleta Única de Papel. Con 132 votos a favor, 104 en contra y 4 abstenciones, el proyecto unificado de los bloques opositores pasará para su tratamiento en el Senado.
La Boleta Única de Papel (BUP) se viene aplicando desde hace unos 10 años en Córdoba y posteriormente en Santa Fe. El proyecto aprobado en la noche de ayer es similar al empleado en la provincia mediterránea, ya que en una sola boleta se encontraría toda la oferta electoral. En cambio, el modelo santafecino utiliza una boleta por cada categoría, esto significa que los santafecinos votan con diferente boleta y urna para la gobernación, para la Legislatura y para los cargos municipales.
La sesión especial de ayer fue solicitada por los bloques opositores, por lo que la obligación de reunir el quórum recaía en ellos. Sin embargo, el inicio de la sesión debió postergarse de las 10, hora a la que estaba convocada, hasta las 14 horas porque peligraba el número mínimo requerido: 129 miembros entre diputados y diputadas. La suspensión de vuelos debido a las condiciones climáticas hizo que algunos legisladores debieran buscar otros modos de llegar a la Ciudad de Buenos Aires. A las 14.16 horas, sin la presencia de Sergio Massa, acompañando al Presidente en la Cumbre de las Américas, el diputado mendocino Omar De Marchi dio comienzo a la sesión.
Para llegar a la media sanción del proyecto de Ley de BUP, la oposición le solicitó a Massa una sesión especial donde se aprobó un emplazamiento para conformar un plenario conjunto de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Justicia. No dejó de ser llamativo que en la propuesta de emplazamiento se especificaba los días y horarios en los que deberían realizarse las reuniones de comisiones. Durante esas jornadas expusieron académicos, ONGs, especialistas, ex funcionarios y legisladores. Allí se expusieron los beneficios y complejidades de cambiar un instrumento de votación y un modo de votar que está culturalmente arraigado en el electorado que, según estándares internacionales, ha funcionado correctamente por otro que entre sus beneficios cuenta el económico (reducción del gasto) y que además le garantiza al elector la presencia de toda la oferta electoral sin depender de la logística partidaria.
Básicamente, aquellos que expusieron por la negativa expresaron que la BUP puede agravar tendencias como la farandulización de la política, la fragmentación partidaria y la conformación de gobiernos divididos, ya que se reduciría el efecto arrastre que logra la boleta partidaria. Desde el Frente de Todos se insistió en que la oposición buscó un golpe político desde un tema que no está en la agenda ni en las prioridades de la gente y con ello arreglar un problema donde no lo hay. Siendo el actual formato de votación ha permitido la alternancia política y nunca una elección nacional ha sido judicializada.
Desde la oposición se insistió en el ahorro que implicaría dejar de financiar millones de boletas que no se utilizan y terminar con el negocio de algunos sellos partidario que se presentan a las Primarias solo en busca de los fondos que otorga el Estado para la impresión de boletas. Se mencionó en reiteradas oportunidades el caso de un partido en la Provincia de Buenos Aires que llevó a las PASO de 2017 seis candidatos a senadores y que en conjunto sumaron solo 32.000 votos, pero el estado pagó por millones de boletas.
Otro de los argumentos más utilizados por los defensores de la Boleta Única es la experiencia positiva de Córdoba y Santa Fe. Un estudio de la Universidad de Rosario confirma que el 86% de los encuestados prefiere la BUP por sobre la boleta partidaria. También rechazaron los argumentos sobre farandulización y la deslegitimación partidaria, fenómenos que ocurren más allá del instrumento de votación.
Finalmente, cerca de las 23.30 horas la oposición logró darle media sanción al proyecto de BUP. Los diputados de Juntos x el Cambio aplaudieron de pie. El Senado abre un nuevo capítulo, ya que en 2016 Cambiemos había aprobado en diputados la Boleta Única Electrónica pero ese proyecto nunca fue tratado en la Cámara Alta. Cristina Fernández de Kirchner ya expresó su desinterés por un tema que considera poco importante. Sin embargo, los números del Senado son más ajustados que en 2016 y hay algunos senadores del oficialismo que en el pasado se han expresado en favor de un cambio en el modo de votar. Entre ellos el senador por Jujuy, Guillermo Snopek, que cuenta con un propio proyecto de BUP.