La administración Nacional de Materiales Controlados (ANMAC) habilitó el ingreso de las armas no letales. El ministro de seguridad en uso de licencia, Marcelo D’alessandro celebró la medida y apuntó contra el “falso progresismo” del oficialismo nacional.
A partir de la decisión, desde el gobierno porteño aseguraron que comenzará la capacitación para los agentes en cuanto las armas ingresen al país. Al mismo tiempo, funcionarios de la gestión larretista aprovecharon para cuestionar la demora del oficialismo nacional.
Cabe destacar que las armas electrónicas habían sido compradas en el 2021 por el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, pero no tenían permiso de Nación para poder ingresarlas. Incluso el ministro de Seguridad en uso de licencia, Marcelo D’alessandro, amenazó con recurrir a la justicia para destrabar el conflicto.
El propio D’alessandro opinó de la medida y cargó contra el Gobierno nacional acusándolos de llevar adelante un “falso progresismo”. “Tuvimos que insistir y perder oficiales para que hoy el Gobierno nacional autorice las Taser. Peleamos durante años para que el falso progresismo entendiera que hay que equipar a los que nos cuidan con lo mejor. Una gran noticia, que llega muy tarde”, desarrolló en sus redes sociales.
Y agregó: “Nadie nos va a devolver las vidas que se perdieron. La mezquindad de quienes hicieron política con la seguridad de los vecinos causó muertes. El único objetivo del kirchnerismo fue, es y será perjudicar a la Ciudad”.
En paralelo, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, confirmó la compra de 100 armas electrónicas para que sean usadas únicamente por grupos especializados de las Fuerzas Federales, tales como el Albatros de Prefectura, el Alacrán de Gendarmería, los Grupos Tácticos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, las Unidades tácticas de Intervención Federal y el GEOF de la Policía Federal Argentina.
Las pistolas Taser son armas electrónicas de electrochoque “no letal” que descarga unos 50.000 voltios e incapacita a la persona por unos segundos mediante el disparo de dardos electrificados que paralizan los mecanismos musculares del cuerpo y tiene un alcance aproximado de 10 metros.