Estos controles son fundamentales para aclarar dudas, detectar situaciones que requieran un tratamiento y evaluar el estado de salud tanto de la persona gestante como de su hijo o hija por nacer.
En la Ciudad, trabajamos para brindarles a las personas gestantes una experiencia positiva durante el embarazo y reducir el riesgo de muerte en los recién nacidos. Por eso, para seguir fortaleciendo el sistema público de salud, nos comprometimos a asegurar 5 controles prenatales para cada embarazo, y lo cumplimos.
Los controles prenatales son fundamentales para aclarar dudas, evaluar el estado de salud y detectar alguna situación que requiera diagnóstico, previniendo complicaciones y/o enfermedades tanto en la persona gestante como en el hijo o hija por nacer.
Para cumplir con este Compromiso, realizamos un seguimiento de cada embarazo, garantizando al menos 5 consultas programadas en las que se vigila su evolución y se brinda una adecuada preparación para el parto. De esta forma, gracias al trabajo de los equipos médicos de los Hospitales Públicos y los Centros de Salud de la Ciudad, logramos que cada persona gestante pueda tener una atención de calidad.
Además, implementamos el programa Búsqueda Activa para contactar a aquellas personas embarazadas que se ausentan de un control y ofrecerles un nuevo turno en el Centro de Salud más cercano a su domicilio.
Esta medida para mejorar la calidad de la atención prenatal va en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El organismo internacional indica que el número de contactos que debe tener la persona gestante con los profesionales sanitarios a lo largo del embarazo es de 4 a 8, y señala que una mayor frecuencia de controles se asocia a una disminución de la probabilidad de muertes prenatales.
Tasa de mortalidad infantil más baja de la historia
En este camino, desde la Ciudad venimos realizando acciones concretas para luchar contra la mortalidad infantil, como el cumplimiento de nuestro Compromiso de garantizar las 7 consultas pediátricas en el primer año de vida a todos los niños y niñas, y la sanción de la ley de Regionalización Perinatal.
Esta política integral, encabezada por los Ministerio de Salud y de Desarrollo Humano y Hábitat, nos permitió alcanzar la tasa de mortalidad infantil más baja de la historia de la Ciudad de Buenos Aires.