El nuevo incendio de Iron Mountain está controlado, pero las llamas tardarán en extinguirse. En 2014, murieron dos agentes de Defensa Civil y ocho bomberos al derrumbarse una pared de la empresa de informática. La causa por esta tragedia fue elevada a juicio hace diez días.
Varias dotaciones de bomberos combatían ayer un incendio en el mismo edificio de la tragedia de Iron Mountain. El siniestro ocurrió ayer lunes en Jovellanos al 1300, en la esquina de Quinquela Martín, en el barrio de Barracas. En 2014, murieron dos agentes de Defensa Civil y ocho bomberos al derrumbarse una pared de la empresa.
La gran densidad de humo despertó preocupación entre los vecinos de la zona. “Todavía hay llamas en un lindero”, confirmó el titular del SAME, Alberto Crescenti a TN. Según la agencia Télam, los focos ígneos tardarán hasta dos semanas en extinguirse.
Ayer al mediodía, cuando el personal llegó al lugar, ingresó al depósito mediante el uso de una sierra circular ya que se encontraba cerrado. Una vez adentro, tuvieron muchas dificultades para sofocar el fuego por el humo que dificultaba la visión. Entre las dotaciones de bomberos y los equipos de emergencia de la Ciudad de Buenos Aires, analizaron la situación y descubrieron que las llamas habían tomado todo el techo. Por ese motivo, ordenaron retirar al personal que trabajaba dentro del galpón por el miedo de un posible derrumbe.
“Se retira a todo el personal del interior ante peligro de derrumbe. Se visualiza mediante los drones emplazados que el fuego incursionó por todo el techo y la montante del depósito, en una extensión de 60 x 20 metros en forma irregular”, señala el parte policial. Cerca de las 17.45 horas, finalmente se derrumbó una de las paredes: “No tuvo ninguna consecuencia, salvo sobre tres autos que estaban allí y que no podían correrse”.
“Hay mucha carga de fuego. Por suerte no hay que lamentar ninguna víctima. Estamos atentos y en alerta. Tenemos un equipo trabajando en el lugar”, confirmó el titular del SAME, y agregó: “Hemos tomado muchas precauciones para evitar lo que pasó en 2014″. Según trascendió, alcanzó papeles y otros materiales que se guardaban en el lugar, lo que ocasionó una gruesa nube de humo.
La tragedia de Iron Mountain en 2014
El fatal hecho ocurrió en la mañana del 5 de febrero de 2014. Aquel día se desató un incendio en un depósito que la firma Iron Mountain tenía en calle Azara 1245. La propagación de las llamas provocó que la estructura metálica (columnas y cabriadas) que sostenía el techo comenzara a ceder por las altas temperaturas y se derrumbara la pared sobre la calle Jovellanos, que provocó 10 víctimas fatales.
Tras el feroz incendio, murieron durante el incidente: el comisario inspector, Leonardo Day; la subinspectora, Anahí Garnica; los cabos Carlos Veliz, Eduardo Adrián Conesa y Maximiliano Martínez; y el agente Juan Matías Monticelli (del Cuartel I de Bomberos de la Policía Federal). También perdieron la vida los bomberos voluntarios Sebastián Ezequiel Campos y Facundo Ricardo Ambrosi (cuartel Vuelta de Rocha); y los rescatistas de Defensa Civil, Pedro Esteban Barícola y José Méndez Araujo.
Hace diez días, la Justicia elevó a juicio oral la causa contra los 18 implicados en el hecho, ya que las pericias determinaron que se trató de un incendio intencional. El pedido de juicio fue elevado por la jueza Fabiana Palmaghini. Entre los imputados figuran directivos de la empresa y ex funcionarios de la Dirección General de Fiscalización y Control del Gobierno porteño; así mismo hay también un empleado de seguridad de Iron Mountain, que estaba en funciones cuando se desató el fuego.
“La semana pasada presentaron un escrito ante el tribunal diciendo que habían encontrado vandalizado el inmueble”, dijo a Página 12 Javier Moral, abogado de las familias de los diez fallecidos en el incendio de 2014. El abogado se mostró asombrado por la “casualidad” de esa presentación. En el documento la defensa de dos de los procesados de Iron Mountain denuncia ante el tribunal que lleva la causa que la empresa encargada de realizar tareas de desratización del depósito de Azara 1245 verificó “que el mismo se encontraba vandalizado”. Por esta razón, reclamaron “las medidas pertinentes a determinar lo sucedido, sus responsables, así como los daños y faltantes”. A su vez adjuntaron fotografías en las que se ve una oficina con escritorios y computadoras rotas y arrojadas al piso, y cajas de archivo desparramadas.
Los 18 imputados son los funcionarios porteños Rafael Roldán, Pedro Chapar, Luis Cogo, Roberto Chiesa, Silvia Hers, Gastón Laugle, Esther Moroni, Alberto Graciani, Ricardo Grunfeld, Félix Lugo, Jorge Papanicolau, Norberto Ventura Sosa y Vanesa Berkowski, quien ya había sido procesada por el derrumbe del boliche Beara. De Iron Mountain están procesados los directivos Christian Castiñeiras, Héctor García, Guillermo Lockhart y Eduardo Sueyras Parra, y el vigilador Oscar Godoy.
La investigación judicial hasta el momento sostiene que hubo falencias gubernamentales en el control del funcionamiento del depósito de la empresa. La querella, por su parte, asegura que el incendio fue intencional. Denuncian, entre otras cosas, que el empleado de seguridad apagó en nueve ocasiones el sistema de alarma que funciona para alerta temprana de incendios. Aseguran que hasta el momento del hecho, Iron Mountain – multinacional de capitales estadounidenses dedicada a la administración de valiosa y delicada documentación empresarial – llevaba siete incendios en sus depósitos a nivel mundial, que en cinco ocasiones fueron declarados intencionales.
En el caso de 2014, la propagación del fuego en el depósito provocó que la estructura metálica que sostenía el techo cediera por las altas temperaturas y derrumbara la pared de la calle Jovellanos. Los fallecidos fueron ocho bomberos y dos miembros de Defensa Civil.