Integrantes de la Asociación Cooperadora del Instituto Vocacional de Arte (ACAIVA) hicieron ese pedido ante la Dirección General de Enseñanza Artística de Buenos Aires.
Familias que integran la Asociación Cooperadora del Instituto Vocacional de Arte (ACAIVA) realizaron el martes pasado una asamblea para exigir a la Dirección General de Enseñanza Artística de la Ciudad (DGEART) que garantice la “ausencia de asbesto”, un mineral cancerígeno para las personas, del espacio lindero a la escuela donde fue hallada la sustancia.
La asamblea tuvo lugar el martes pasado en la sede del Instituto Vocacional de Arte (IVA) “Manuel José de Labardén”, ubicado en Curapaligüe 1026, en el barrio de Parque Chacabuco, donde se reunieron familias de las tres sedes de la institución, junto a los directivos del colegio.
Así, se consensuó que como principal medida se va a exigir que la DGEART informe si se hizo o no el estudio de asbesto cero en el aire y notificar a las familias sobre dicha situación, indicó Germán, vocero de la cooperadora a Télam.
A su vez, se volverá a pedir al Ministerio de Cultura y al Gobierno porteño que “se restituya otra vez ese espacio al IVA después de treinta y seis años, para poder limpiarlo, mejorarlo” y agrandar el jardín de infantes que se encuentra lindero al salón implicado y que sus ventanas dan al patio del colegio. “Estamos preocupados por la salud de nuestras niñas y niños y porque después de una lucha histórica no nos están dando el espacio por el cual venimos peleando hace 20 años”, dijo Germán.
A través de un comunicado, integrantes de la cooperadora reclamaron a la Dirección que “garantice la ausencia de asbesto, presentando el resultado del estudio de aire libre de asbesto”, luego de que se verificara la presencia de ese mineral cancerígeno en el techo de un espacio contiguo al patio del jardín del instituto. “Necesitamos que el jardín del IVA sea un lugar seguro, sin ratas ni materiales tóxicos”, agregaron.
Además, exigieron la restitución de ese espacio para “ampliar la vacante” del IVA y “destinarlo a actividades artísticas de las tres sedes”. “A través de la Defensoría del Pueblo pudimos recuperar después de una lucha histórica de 20 años un salón que había sido usurpado. Estaba funcionando un centro de jubilados, nosotros solicitamos que se pudiese reubicar”, explicaron desde la comisión directiva de la cooperadora a Télam.
“Como el techo tenía asbesto iniciamos en la Defensoría del Pueblo un pedido para que se pudiese sacar ese techo y pudiese volver a la órbita del IVA. Eso sucedió así. La muestra la hicimos desde la cooperadora donde quedó claro que tenía alto nivel de asbesto“, ampliaron e indicaron que “la Dirección no tuvo otra que sacar ese techo y pusieron uno nuevo”, pero aún es necesario “hacer un estudio de aire” para garantizar la ausencia del mineral.
“La educación artística está siendo desmantelada, no permitamos que un espacio que pertenece al IVA sea utilizado para otros fines ignorando las necesidades de la comunidad”, concluyeron desde la cooperadora de la institución.