El legislador Claudio Ferreño, en base a un reclamo de la institución, asegura que hay “un sistema eléctrico inadecuado e insuficiente para soportar la demanda de energía de sistemas de refrigeración y/o ventilación”.
El legislador porteño y presidente del bloque Frente de Todos, Claudio Ferreño, presentó en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires un pedido de informes sobre el equipamiento de ventilación, refrigeración y calefacción y situación edilicia de la escuela N° 3 D.E. 15 “República de Costa Rica”, ubicada en Manuela Pedraza 4548, en el barrio de Villa Urquiza.
El parlamentario presentó este requerimiento ya que la Conducción de esta escuela ha realizado un reclamo formal a las autoridades del Ministerio de Educación a través del expediente EX-2023-10950163-GCABA-ESC201014 y su actualización EX-2023-30693396-GCABA-ESC201014, solicitando “respuestas definitivas a los problemas edilicios y de equipamiento que afrontan”.
“Los mismos constan de un sistema eléctrico inadecuado e insuficiente para soportar la demanda de energía de sistemas de refrigeración y/o ventilación -y la falta de insumos de este tipo-; ausencia de postas de hidratación; paredes y muros con una muy pobre capacidad de aislación térmica -lo cual lleva a la transferencia de la temperatura exterior al interior de aulas y espacios de trabajo; falta de espacios de sombra en el patio; etc. Sumado a ello, este establecimiento aún conserva ventanas de chapa de acero con apertura de batiente vertical”, resume el legislador sobre la problemática local.
“Este tipo de abertura representa un peligro cuando se encuentran en áreas de circulación y a la altura de las niñas y niños, ya que los mismos se pueden golpear y lastimar con sus bordes. En particular, recientemente un niño de 4° año sufrió un accidente con una ventana de este tipo en el aula de plástica, lo que le provocó una herida en su ceja superior derecha que requirió de varios puntos de sutura”, agregó.
Sobre el panorama en CABA, el legislador resumió: “No es novedosa la precaria situación en que se encuentran cientos de establecimientos educativos de gestión pública, como producto de una sostenida desinversión desde hace más de 16 años. La desidia y falta de respuestas por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, sumado a la reiterada subejecución de partidas presupuestarias relativas a la infraestructura y el mantenimiento escolar, han arrojado un saldo de más de 200 edificios con filtraciones, caídas de mamposterías, baños clausurados, inconvenientes en el cableado eléctrico, falta de suministro de agua, inundaciones, explosiones de tableros eléctricos, falta de ventilación, y otras situaciones de altísima gravedad como la aparición de roedores y alacranes en aulas y comedores. De acuerdo a estimaciones del Observatorio de Economía Urbana del CEPA, esta área tuvo un recorte de más del 50% entre su pico en 2018 y la ejecución en 2022, es decir, $9.000 millones a valores corrientes”.