El motivo por el cual el Presidente obligó al Estado a pagarle estadía en un lujoso hotel porteño en CABA por dos meses era adecuar la Residencia Presidencial para hospedar a sus 4 mastines a los que llama “mis hijitos”. Se ve en el apuro por ocupar la mansión de Olivos por exigencia de la familia Villate que la donó en 1918 al único efecto de residencia presidencial con una clausula de devolución si su propósito se incumple. Sin embargo las obras para dar comodidad y seguridad a las mascotas de mas de 100 kilos (y que el presidente pagará de su propio bolsillo) no se concretaron aún. El propio Presidente declaró que no le fueron aprobados (por su gobierno) los dólares para los materiales especiales necesarios para los caniles abriendo una interrogante acerca de su patrimonio ya que todos presumimos que el mandatario que prometió la dolarización tendría sus inversiones y ahorros en esa divisa y no necesitaría que se los diera el Banco Central (que sigue funcionando).
Fuentes oficiales adelantaron que la labor presidencial se dividirá entre Olivos y la Casa Rosada donde se realizan las reuniones de Gabinete los martes y jueves.
La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, ocupará una casa de huéspedes en el mismo predio pero no informó aun si será su residencia permanente
(AM) (foto Manu Jove)