La voluntad de transitar por las veredas cedió ante la multitud y desbordó las avenidas y calles aledañas al Congreso donde la presencia policial no tuvo eficacia ni importancia.
“Por aquí no” decía un policía parado en la avenida Callao a 80 metros del Congreso y a 3 metros del cordón a quienes lo querían pasar por la izquierda. El capricho provocó la risa de los que hacían un paso adelante y lo pasaban por la derecha. Por Entre Rios pasaban los últimos colectivos en los únicos dos carriles libres que protegieron hasta que ya no se pudo.
El cálculo de la ministra de seguridad fue de 40mil personas, dato refutado por las fotografías aéreas publicadas y la ocupación completa de las calles perpendiculares que no salen en esa perspectiva fotográfica. Para la CGT la suma de los actos en todo el país superó el millón y medio de personas: el DNU y la Ley ómnibus fueron fuertemente rechazados por la calle.
En su discurso Pablo Moyano pidió a los diputados peronistas que “no traicionen a los trabajadores, a la doctrina del peronismo, que es defender a los laburantes, a lo que menos tienen y a los jubilados” en tanto que Héctor Daer describió el arco de la movilización: “Hoy vinieron acá la CGT, las CTA y todos los sindicatos y organizaciones obreras de nuestro país, los científicos, la cultura, el deporte, los inquilinos, los jubilados, los socialistas, los de izquierda, de la Unión Cívica y los radicales que no olvidan a Yrigoyen ni a Alfonsín”
El acto terminó y desconcentró temprano para permitir que los trabajadores que participaron retornaran a sus hogares antes de que comenzara el paro de transporte a las 19. Pero muchos de los que no se sumaron al paro y cumplen tareas hasta esa hora o posteriores terminaron perjudicados.
(AM)