En el ámbito futbolero mundial ya era mítico y el museo del fútbol de la FIFA, en Zurich, guarda uno de sus gorros albicelestes y un palo con el que tocaba su bombo en cada mundial desde 1974. Pero se hizo verdaderamente famoso en todo el planeta cuando en Paris, en 2023, recibió en la gala de la FIFA el premio “The Best” a la mejor hinchada del mundo por su protagonismo en Qatar.
Se llamaba Carlos Pascual, le decían Tula y tenia 83 años. Se encontraba en coma inducido después de una operación en su largo tratamiento contra una dura enfermedad. Murió ayer en el sanatorio Mitre del barrio de Balvanera en la ciudad de Buenos Aires.
Rosarino de nacimiento y peronista explícito había recibido su clásico “bombo peronista” como regalo del propio Juan Perón a quien visitó en la residencia “Puerta de Hierro” en España durante el exilio del 3 veces presidente de los argentinos. En aquella ocasión fue el Tula quien llevó de regalo a Perón su bombo con los colores de Rosario Central y las imágenes de Evita y del anfitrión en cada parche.
El regalo de Perón fue guardado como un tesoro por el Tula, quien pese a su humilde vida y extracción social, lo llevó por el mundo alentando a la Selección. Ese bombo es el que llevó también a Qatar cuando presenció su decimotercer torneo mundial de fútbol consecutivo al que llegó en silla de ruedas pero absolutamente indomable.
El mismo bombo con el que engalanó actos proselitistas y protestas políticas siempre bajo la banderas peronista y del movimiento obrero
“Argentina estaba triste y nos dieron una alegría inmensa”, agradeció emocionado el Tula a la selección de Messi y Scaloni al recibir el premio en nombre de los hinchas argentinos, de pie, con bastón y acompañado de las imágenes de Evita y el Papa Francisco. Aquella noche cuando también ganó, con su discurso sencillo y su presencia humilde, el corazón de los presentes y el de los hinchas de todo el planeta.
(AM)