La tragedia estaba anunciada y fue la desidia de las autoridades la que permitió el desenlace fatal. Dos personas murieron y varios vecinos desaparecidos por horas fueron rescatados con heridas de entre los escombros tras arduo y cuidadoso trabajo de los bomberos.
La obra había sido denunciada desde septiembre por varios vecinos de la propiedad horizontal que se derrumbó después de dar señales elocuentes. Vibraciones, ruidos alarmantes y grietas cundieron la alarma mientras se profundizaba la fosa para los cimientos de un edificio de 10 pisos y dos subsuelos proyectado sobre la avenida Pedro Goyena al 500.
El abogado Isaac Romano, propietario de una inmobiliaria lindante con la obra, había solicitado una semana atrás una medida cautelar que fue rechazada horas antes del derrumbe. “Dijeron que no estaba acreditado todavía, que para parar una obra hay que tener recaudos… Bueno, hay un muerto”, declaró en el lugar cuando todavía se buscaba rescatar a las víctimas y no se tenía la información completa.
Las víctimas mortales -una mujer de 82 años y su hermano de 75- estaban parados en un pasillo del PH siniestrado y el derrumbe los tiró al fondo de la fosa de la obra de más de 10 metros de profundidad.
El incidente vuelve a poner en dudas las inspecciones de la ciudad y recuerda luctuosos antecedentes acontecidos durante los últimos años. Siempre con denuncias desatendidas previas. En el caso que conmovió la ciudad ayer la Agencia Gubernamental de Control de la ciudad de buenos aires había visitado la obra por última vez el 5 de diciembre. Tal vez es momento de permitir el control ciudadano de esas inspecciones.
(AM)