Cristina Fernández es la representante de la política argentina con mayor protagonismo de los últimos 30 años. Sin dudas no hay improvisación ni mucho menos ingenuidad en sus jugadas, las haga desde el lugar de representación institucional o desde el llano (al que naturalmente ya nunca volverá). Eludo dar los ejemplos para no extenderme en un análisis de su carta en la que eficazmente diversifica, señala y desenfoca para evitar la lectura de entrelíneas que se hace indispensable por sus vacíos más que por sus señalamientos que comparto en severa proporción (salvo que yo soy sólo un analista) . Pero es notable que la ex mandataria practica en su misiva un rol de observadora y docente con una narrativa que sugiere que su paso por el Poder Ejecutivo (en tres periodos del presente milenio) no tuvo la relevancia que nadie se atrevería a despreciar.
Dada la insalvable diferencia entre su influencia y representación frente a mi lugar de periodista comprometido con la causa patriótica y popular, solamente voy a referirme a unos pocos tópicos que considero con humildad que necesitan un poco más que lo que ella nos dice.
Su texto describe bien “un sistema tributario que presenta múltiples problemas que van desde un 40% de la economía en negro, hasta la subfacturación de las exportaciones y la sobrefacturación de las importaciones”(…) “no sólo preparado para la elusión y la evasión, sino para gravar producción y trabajo por sobre lo financiero”. Precisamente un sistema que no propuso modificar en su momento, aun con mayorías parlamentarias inéditas.
También fustiga el modelo financiero habiéndose negado, en su momento, a derogar la norma de la dictadura suscrita por Jose Martinez de Hoz con el fin de liquidar todo vestigio de protección sobre los recursos nacionales y ahorro de los argentinos (como la ley de Entidades financieras) que eran parte de las medidas del gobierno peronista que cerró con el golpe a Isabel Perón (como otro ejemplo la nacionalización de los depósitos que habría prevenido la conculcación de los ahorros y su fuga de 2001).
En una verdadera lección de historia política relata las 3 crisis de deuda vividas por Argentina desde el golpe oligárquico-imperialista de 1976 (al que califica textual y simplemente por su composición “cívico militar”) relata la “tercera, germinada en el proceso de feroz endeudamiento del gobierno de Mauricio Macri que implicó el retorno del FMI y cuyo desenlace estamos transitando”. No dice que el gobierno del que fue “vice” había prometido en campaña investigar el origen delictivo de la deuda y denunciar a sus autores como al propio FMI, lo que no solo incumplió sino que garantizó su impunidad por ley: El proyecto aprobado -tras la previsible pero negada derrota de 2021- se presentaba como que “el parlamento era el único que podía aprobar un empréstito” pero en absoluto contrario sentido legalizó el saqueo: “Apruébanse, de acuerdo a lo estipulado en el artículo 75 inciso 7 de la Constitución Nacional y en los términos del artículo 2 de la Ley 27.612, las operaciones de crédito público contenidas en el ‘Programa de Facilidades Extendidas’ a celebrarse entre el Poder Ejecutivo Nacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la cancelación del ‘Acuerdo Stand By’ oportunamente celebrado en 2018 y para apoyo presupuestario” (…)“El Poder Ejecutivo Nacional suscribirá, en uso de sus facultades, los instrumentos necesarios para dar cumplimiento a lo establecido en el párrafo precedente”.
Evitar el contexto permitió que la carta continuara considerando -siempre como lo haría un observador ajeno- que “Más que un préstamo se trató de una monumental estafa. Ni uno solo de esos 45.000 millones de dólares quedaron en la Argentina, sin embargo no se conoce que el Poder Judicial haya procesado a ningún funcionario involucrado en esa operación” y asegura que “Se reafirma así el dominio del macrismo sobre este poder del Estado”.
Precisamente sobre el plan de Macri respecto del Poder Judicial remarca que “resulta absolutamente esclarecedor su intento de designar por decreto a la mitad de los miembros de la Corte, maniobra que finalmente logró convalidar”. Lo que no dice es que con mayoría abrumadora del FPV el Senado aprobó los jueces designados inconstitucionalmente por decreto con una proporción jamás alcanzada en el nombramiento de ningún Juez en la historia argentina: 72% de los votos.
El texto reconoce con justicia para Isabel Perón (sin nombrarla) que “la dictadura, que había recibido del último gobierno peronista un exiguo endeudamiento externo de 4.941 millones de dólares, entregó el gobierno con un endeudamiento externo superior a los 31.709 millones de dólares”. También es justa cuando menciona la “tablita de Machinea” -que era nada más ni nada menos que el aumento al gravamen sobre la cuarta categoría de Ganancias- y generalizó el IVA”(…) y “Como estas medidas no alcanzaron, terminaron recortando los haberes jubilatorios y los salarios del sector público”.
Lo que no dice es que el injustificable impuesto al salario siguió rigiendo durante sus mandatos. En este punto es importante mencionar la falacia difundida por funcionarios y funcionales durante sus gobiernos de justificar la pertinacia de ese tributo en que “la norma la introdujo Perón”, cuando el impuesto sobre la cuarta categoría no alcanzaba a ningún salario convencional y SI en la trampa de los empresarios de nombrar amigos y familiares con sueldos exorbitantes para dejar en casa dinero que no incluían en sus declaraciones de renta.
Para justificarse, junto con su elegido para encabezar su fórmula, nos cuenta: “En el año 2019, en primera vuelta y con el 48% de los votos resultó electo como presidente Alberto Fernández, encabezando el gobierno de la tercera coalición de partidos donde la primera fuerza era el peronismo. Al tercer mes de gobierno una pandemia sin antecedentes en el mundo provocó efectos catastróficos en materia sanitaria, económica, política y social” (…) “Paralelamente, durante la Pandemia el gobierno reestructuró la deuda externa con bonistas privados contraída durante el gobierno de Mauricio Macri pero sin quita de intereses y escasa reducción de capital”(…) y agrega después “Por otro lado y pese a obtener superávits comerciales muy importantes en los primeros años de gestión (…) una “mala administración de las reservas se agravaría al final del gobierno ante el fenómeno de una fuerte sequía”.
En la descripción precedente omite gravemente que durante el confinamiento obligatorio y mientras en el mundo NADIE pagaba sino que RECIBIA apoyo de organismos internacionales para paliar los efectos de la declarada “pandemia” su gobierno aprovechó para acordar con los “buitres” (tenedores privados de deuda argentina, muchos de ellos ex funcionarios macristas) en términos dudosos ya que jamás nos los contaron públicamente. Del mismo modo oculta que la pandemia (como el otro pretexto siempre aludido, la guerra en Ucrania) impactaron en todo el mundo pero solamente en la argentina tuvo los efectos económicos y sociales devastadores que sufrimos. Ni que los 4 años de gobierno tuvieron la misma cualidad: no importa si hubo pandemia, crecimiento récord, exportaciones agrarias históricas favorecidas por la guerra en Ucrania, afectación presunta por los efectos nocivos internacionales de la guerra o sequía. En cada año los pobres se multiplicaron y los ricos se enriquecieron.
La carta reconoce los efectos del plan económico del gobierno Fernández como si fueran sucesos mágicos, cosas que suceden por el azar. Dice: “comienza a aparecer un nuevo fenómeno en nuestro país: el de los trabajadores registrados pobres. Si bien los índices de desocupación bajaron notablemente hasta alcanzar el 5,7% en el 3er trimestre del 2023 (…) muchos de ellos no llegaban a cubrir la canasta básica total (CBT). De esta manera, la movilidad social ascendente que caracterizó al peronismo en particular y a los modelos industrialistas en general, desaparecía”. Al parecer la injusticia social es algo así como un fenómeno meteorológico imprevisible. Esa justificación contradice -sino desautoriza fatalmente- todo su análisis económico que apoya con gráficos a falta de “filminas”.
En otro párrafo vuelve a mencionar su gobierno como algo de lo que no participó: “a principios del año 2022, el gobierno firmó un nuevo acuerdo con el FMI que no sólo validó el escandaloso préstamo que obtuviera la administración de Mauricio Macri, sino que condenó al gobierno a una suerte de agonía al obligarse a implementar las políticas dictadas por el organismo multilateral que ordenaba, entre otras cosas, una devaluación del tipo de cambio por sobre la tasa de inflación, realimentando la misma en un círculo vicioso y letal”.
Pero vuelve a justificarse a si misma y su sector interno deslindando la responsabilidad a su elegido: “el Frente de Todos, tuvo un funcionamiento caracterizado por el apego irrestricto a la institucionalidad. Durante los primeros años, las medidas de mayor importancia para el rumbo del Gobierno se discutían entre los distintos sectores, cada uno fijaba postura y finalmente el Presidente era quien tenía la última palabra”. Y agrega sobre su hijo: “el entonces jefe de bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, decidió renunciar al cargo de presidente del mismo, para no obstaculizar la construcción de la mayoría necesaria para la aprobación del acuerdo”(…) “El respeto a las instituciones constitucionales primó por sobre las diferencias en los criterios de gestión política y económica”.
Acercándose al momento actual la ex mandataria y ex vice analizó el resultado de las últimas elecciones: “no fue sólo el voto antiperonista el que hizo presidente a Javier Milei”(…) “los medios también cumplieron un importante rol como complemento imprescindible del proceso de judicialización instrumentado por Mauricio Macri, que afectó gravemente el sistema de representación política democrática a través de la persecución y la proscripción, y que desembocó en el intento de asesinato de quien suscribe este documento”. Aunque acepta que “sería intelectualmente deshonesto no mencionar el incumplimiento del contrato electoral por parte del gobierno del Frente de Todos”.
Con el subtítulo “2023-2027. Un showman-economista en la Rosada” ser refiere al actual Presidente en relación con su idea de gobernar por afuera de la Constitución mediante DNU o facultades especiales: “resulta llamativo que el Presidente quiera anular la reforma que impulsó en 1994 su tan admirado presidente Menem”. (Nota: CFK también fue Convencional Constituyente acompañando el proyecto del oficialismo).
“Hasta el momento, el nuevo gobierno sólo ha desplegado un feroz programa de ajuste que actúa como un verdadero plan de desestabilización y que no sólo retroalimenta el espiral inflacionario (sic) colocando a la sociedad al borde del shock, sino que además provocará irremediablemente el aumento de la desocupación y la desesperación social en una suerte de caos planificado”, acierta sobre un modelo que repite con brutalidad el que instaló Macri y continuaron los Fernández.
“Es más que evidente que en la cabeza del Presidente el único plan de estabilización es el de la dolarización. No se explican las medidas adoptadas en otro marco teórico”, concluye. Sin embargo subtitula otra vez: “La cuestión es el modelo”.
“Desde la caída del modelo agroexportador que tanto seduce al actual Presidente y que sólo permitía vivir bien a reducidas minorías, el desarrollo del modelo de sustitución de importaciones, que se profundizó a partir de 1945, fue interrumpido dramática y trágicamente a partir del golpe cívico militar de 1976 y fue retomado con fuerza a partir del año 2002, fue el único que generó industrialización y permitió conformar un poderoso mercado interno con altos salarios y movilidad social ascendente, al punto de ser el principal motor del surgimiento de la clase media argentina. En el año 2012, un informe del Banco Mundial daba a conocer que la Argentina había duplicado su clase media, desde el año 2002 hasta ese momento” recuerda reivindicando sus dos presidencias y las de Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde.
“El crecimiento de la economía en Argentina y su posibilidad de desarrollo con trabajo bien remunerado sólo se ha alcanzado con un patrón de acumulación sustentado en un modelo industrialista de sesgo exportador con valor agregado, con bajos volúmenes de deuda externa” dice. Y nos preguntamos entonces si no era eso lo que esperaba el electorado para su gobierno desde 2019 en lugar de la continuidad “amable” del modelo de Macri.
Es justa también con los logros obtenidos en vida de su marido cuyo modelo termina con la devaluación de 2014 cuando ya se había reinstalado el déficit fiscal, aunque sin crisis de deuda ni previsión de una inminente. “El hecho de haber sido el único gobierno que logró superávit fiscal desde 1961 y lo mantuvo durante 6 años, demuestra que lejos estamos de ser paladines del déficit fiscal”.
Mas adelante cita al propio Javier Milei: “Parte del acuerdo con el Fondo se lo patinaron en el Banco Central, para salvar a quienes financiaron los que quisieron ocultar el desastre del 28 de diciembre de 2017. Argentina se queda sin financiamiento y entonces lo consigue -refiriéndose a Luis Caputo- de Blackrock, de Pimco y de Templeton y salen a decir ‘vieron que no pasó nada, conseguimos el financiamiento’. Pero obviamente, después había que salir y, como no nos daban los números, tuvimos que ir al Fondo Monetario Internacional, y nos pusieron 45 mil millones de dólares”.
Y denuncia con claridad: “En realidad, el master plan de Milei no difiere mucho del que llevó adelante la dictadura cívico-militar en lo que hace a la apertura indiscriminada de la economía y la desregulación laboral de hecho, ni del de las privatizaciones de los años ‘90. Si el plan de la dictadura fue de apertura indiscriminada y el de Menem de privatización de las empresas públicas, el de Milei agrega la extranjerización de la tierra y de los recursos naturales”.
“Está licuando los pasivos remunerados del BCRA y la Base Monetaria vía inflación y espera que la recesión brutal que está provocando interrumpa la inercia inflacionaria e inclusive le permita realizar una nueva devaluación” señala sin decirnos que ese instrumento que utilizara desesperadamente Macri frente a la crisis que no pudo evitar antes de las elecciones fue usado también (en una maniobra verdaderamente salvaje por sus consecuencias) por su gobierno junto a Alberto Fernández.
“No resulta ocioso señalar que por primera vez en la historia el BCRA entregó bonos – Bopreal- en una moneda que no emite” remarca, pero no nos cuenta que los llamados “dólares mep” son precisamente documentos que se compran con pesos y se venden en dólares. Lisa y llanamente deuda externa.
Después de cuestionar la contradicción de Milei en su visita a Israel que tiene un Estado fuerte y enorme pese a haber sufrido crisis de inflación (como si ella creyera que el de Milei no es un proyecto pro oligárquico y al servicio del sistema financiero sino realmente el de un anarcocapitalismo que sólo existe en fantasías delirantes y experiencias catastróficas), vuelve a referirse al mayor problema macroeconómico de nuestro país haciendo una advertencia que no cayó bien entre los analistas liberales: “cabe recordar que otras fuerzas políticas, en distintas etapas, que obtuvieron fuerza propia que los insuflaron de aires fundacionales no pudieron terminar sus mandatos cuando no lograron darle a la sociedad la calidad de vida que los argentinos demandan”.
Ya encaminada al final de su misiva se permite hacer propuestas sobre temas que nos preocupan pero que inexplicablemente no formaron parte de las agendas de sus 3 gobiernos: “nos parece fundamental discutir un sistema tributario simplificado con pocos impuestos en cantidad -para ordenar y facilitar la vida, en especial de las PyMES” (…) “Debe tratarse de un sistema progresivo que no sólo contemple los flujos, sino también el stock y revise los gastos tributarios que expresan excepciones, exenciones y alícuotas quebradas a distintos grupos y sectores de la economía”.
Y recuerda que “Vicentin, llevada a cabo por Diaz y Forti SA, operaba las plantas en 2020/21: Exportó durante un año sin liquidar las divisas, que ingresaban por vía paralela, evadió 700 millones de dólares, pero sólo pagará una multa de 2 millones de dólares. Argentina nunca deja de sorprender”. También a nosotros ya que fuimos testigos de otra traición cuando prorrogaron las concesiones portuarias y declinaron la intervención de la mencionada cerealera y el ejercicio que ella denuncia fue durante su mandato como vice.
Expuso también la “necesidad de replantear el actual sistema público de salud” (…) “sin una revisión del sistema, se torna imposible de financiar. Mientras tanto, los “tiempos de acceso” (esperas por turnos, trabas burocráticas, autorizaciones, etc.) se alargan cada vez más tanto en hospitales y salitas como en el sector privado también, condenando al pueblo a una peregrinación sanitaria indigna y a los profesionales de la salud a una tensión que quiebra la relación médico-paciente”. Será que eso es nuevo? Cierto es que el sistema vigente se derrumbó luego de su gestión presidencial, pero también durante el gobierno Fernández!
Y propuso mas: “Resulta ineludible discutir seriamente un plan de actualización laboral que brinde respuestas a las nuevas formas de relaciones laborales surgidas a la luz de los avances tecnológicos y de una pandemia que trastocó todos y cada uno de los ámbitos de la vida de las personas”, por lo que quiere la “actualización de los convenios colectivos de trabajo” cuando hoy se trata de que se cumplan.
Aunque en materia de educación propone “pensar cuál es la razón entonces por la que parte de los sectores medios y medios bajos hacen un esfuerzo para enviar a sus hijos a escuelas de gestión privada para que tengan clases todos los días”(sic).
En una especie de temprana campaña electoral nos dice: “Estamos dispuestos a discutir un régimen de incentivo a las grandes inversiones pero que agreguen valor y transfieran tecnología. Lo contrario sería reprimarizar nuestra economía y condenarnos al extractivismo”. Y en relación con la inseguridad (que antes era “una percepción”) reconoce que “Con la desigualdad social por un lado o el gatillo fácil por el otro, no puede elaborarse ningún plan de seguridad”. “Que no nos vengan a correr los que durante la gestión de Macri designaron a cargo de la escuela de inteligencia del Ministerio de Seguridad a una Miss Argentina”, agitó.
Ignoro sinceramente la intención de la autora para la oportunidad de difundir este documento, sus señalamientos y sus omisiones cuando el peronismo comienza a dar signos de discusión interna y manifiesta voluntad desde sus bases de retornar a la fortaleza de sus realizaciones conseguidas en tiempos siempre difíciles y siempre para satisfacer las justas expectativas de un pueblo sufriente. Nunca un gobierno ungido con voto peronista había empeorado la situación que heredó como ocurrió entre 2019 y 2023. En un contexto mucho peor que el de una pandemia y habiendo conocido una crisis global con decenas de millones de muertos por la guerra y las economías en quiebra de los países compradores de nuestros insumos la eficacia de la planificación justicialista convirtió un país exportador de porotos con casi el 90% de pobreza en una de las potencias más desarrolladas del mundo y también mas justas, con pleno empleo y la inauguración de derechos que fueron reemplazados por dádivas resultado del arbitrio de los gobernantes.
El paradigma dominante quiere reducir a la argentina a un proveedor de los recursos que el mundo apetece pero condenando a los argentinos a la pobreza y el atraso. Para eso fue capaz de hechos aberrantes como el bombardeo de la población civil, la proscripción, la prisión, la tortura y la muerte de los patriotas y luego su desaparición, clandestinidad o exilio. Luego del golpe de 1976 ningún gobierno identificado como peronista se atrevió a recuperar el único proyecto que dio resultado bajo el pretexto de una presunta actualización a los tiempos pero que significó abandonar sus banderas.
Las mayorías no se construyen, se las representa. Volvamos al proyecto que nos hizo dignos y evitemos las distracciones que preparan una nueva falsificación electoral para eludir el destino histórico que honre las épicas de Mayo y Octubre.
Ariel Magirena 14 febrero 2024