(EDITORIAL) La violencia de los “patovicas” en los boliches, algo que jamás se corrige

Ayer viernes tuve la oportunidad de asistir de invitado a un evento electrónico que se desarrolló en el “boliche” Vox Buenos Aires (ex Bed Baires), y he visto en primera persona, la falta de respeto y de capacitación por parte del personal de seguridad, que sin dudas debe ser igual en muchos lugares.

Por Emanuel Szuchman

 

00.30hs aproxmadamente, momento del ingreso. La empleada de seguridad en puerta, pelirroja de anteojos, detiene mi ingreso: “la botellita de agua no entra”, en alusión a una botella de agua nueva y sin abrir que llevaba conmigo de una marca específica, que por cuestiones de salud, es una de las pocas que puedo tomar.

Bien, me resigno, la dejo abandonada, y llega el momento de palparme, a lo que esta señora aprovecha para apretarme y pelliscarme con muchas ganas mi cola.

Adentro, un descontrol absoluto. Circulaban pastillas, gente fumando marihuana y otros tabaco, todo esto sin control de ningun tipo. Los mismos patovicas que se preocupaban porque yo entrara con mi agua, hacian la vista gorda con los dealers que se hacian un festin. Lejos quedó aquel Bed Baires que se encontraba en esta misma dirección de Av. Hipólito Yrigoyen 968, donde reinaba la paz, y los empleados de seguridad prevenian que circule la droga, y ante la minima sospecha de ello, actuaban en consecuencia.

En un momento determinado, una amiga de un amigo, se descompone, empieza a sentirse mal y devuelve en el suelo. Una empleada de seguridad que se encontraba alli dentro del boliche, morocha, de pelo recogido, de muy mala manera empezó a retar a la chica, y nos apuró para que nos fueramos. Le dije, que mas que preocuparse por el vomito, su función es velar por la seguridad e integridad de las personas, a lo que me levantó la voz, con mirada desafiante, diciendo que no me zarpe y no le falte el respeto. Por instinto, procedi a quedarme callado y no emitir mas palabras.

El lugar, con una pesima ambientación, sin espacio de fumadores, con al menos 6 empleados de seguridad en total, que lejos de cuidar y controlar la seguridad en el boliche, estan preparados para el conflicto, de forma muy prepotente y altanera, como si en vez de una fecha de musica electronica, se tratara de un evento de cumbia o de reggaeton.

Y no es por descriminar, que quede claro. Solamente hago un punto de separación entre el público de diferentes generos musicales. Y es que, historicamente, el publico “clubber” (termino con el que se identifica a los fans de la musica dance y electronica) no es publico conflictivo. Somos gente que acata las reglas, no busca pelea, pide permiso al pasar o lo hace sutilmente sin empujar, convida una bebida a otros asistentes aunque no sean amigos, y ante la menor sospecha de que alguien se siente mal, convidan agua si la tuviesen. De hecho, mientras la chica se sentia mal y la patovica la prepoteaba, aparecio un chico ofreciendo agua (cosa que debia haber hecho la patovica).

Esa patovica, ¿sabra que si le pasa algo a esa chica, ella sera la principal sospechosa ante la policia y la justicia por abandono de persona? ¿Quien capacita a los empleados de seguridad de un boliche? Y mas importante aun: ¿quien les da la orden de que se preocupen mas por un vomito en el suelo por sobre la salud de la persona?

Si bien hoy, a mis 36 años, ya no salgo tan a menudo, lo hago muy de vez en cuando, cada vez que lo hago, no dejo de sorprenderme, de la decadencia que sufrimos, y como se han perdido las buenas practicas y costumbres en boliches de electronica. Salgo a eventos desde que tenia 18 años alla por el 2005. En epocas donde todo era color de rosa. Donde los patovicas que trabajaban en locales donde habia fiestas electronicas, siempre fueron educados, serviciales y buena onda, dispuestos a guiar, ayudar y cuidar a los asistentes. Y puedo hablar de ejemplos concretos que siempre fueron asi: Bed Baires mismo (este local antes de cambiar de nombre), Cocoliche, Jackos, Kika, Acqua, etc.

Evidentemente hay que aceptar de que en la música electrónica somos minoría.
Fuimos perdiendo territorio y por ende los patovicas están preparados para el público de otros géneros y estilos musicales, como la cumbia, el trap, el reggaetón y la cumbia 420 (cumbia villera). O sea están predispuestos a encontrarse con un público agresivo y actúan en consecuencia, no saben cómo somos nosotros.
No tienen ni idea de que el público que escuchamos y consumimos música electrónica somos personas que jamás empuja sino que pide permiso al pasar.
Que jamás discutimos ni peleamos con nadie injustificadamente.
Que somos incapaces de agredir.

Como conclusion, puedo afirmar de que, no estan dadas las condiciones minimas de seguridad para asistir hoy a un boliche en Buenos Aires.
Aunque me digan que exagero y muchos lo quieran negar lo acabo de comprobar anoche. No hay condiciones de seguridad en gran parte de los boliches es un peligro asistir a uno, y la mayor inseguridad de los boliches son los mismos patovicas.

Espero, algun dia las autoridades empiecen a regular algunas cuestiones basicas, como proveer agua gratuita obligatoriamente en dispensers en boliches, para que cualquier persona que se sienta mal, no esté en peligro por no poder comprar un agua, que en muchos casos la venden a precios exagerados. Y que se trabaje en materia de personal de seguridad de boliches, con un registro donde todos tengan legajo, un numero que los identifique, y una capacitación para saber como proceder, cuidar y tratar de forma empatica a otros semejantes.

 

Emanuel Szuchman

Director de FM Trance 103.3

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