Un trabajo de la compañía controlada por el Gobierno que administra el mercado eléctrico mayorista arroja que la gestión de Milei podría enfrentar cortes de luz masivos en el verano si no toma medidas urgentes.
Un informe oficial realizado en junio por Cammesa arroja que el gobierno de Javier Milei podría enfrentar un grave problema energético durante el próximo verano con cortes de luz masivos, que fue generado por su propia impericia o decisión política, y que aún está a tiempo de prevenir si toma medidas de contingencia de forma inmediata.
Según el reporte oficial elaborado con fecha 25 de junio por técnicos de la compañía que administra el mercado eléctrico mayorista y es controlada por el gobierno, la energía producida en el parque local de generación, sumadas a las importaciones de electricidad desde países vecinos, no alcanzaría para abastecer el pico de demanda previsto para los primeros meses de 2025, en pleno verano y con las altas temperaturas que se proyectan para ese momento.
Según el informe al que accedió el portal Econojournal, el consumo de energía podría llegar a los 30.700 megawatt (MW) en ese período, lo cual significa más de 1.000 MW por encima que el récord histórico registrado en febrero de este año. Es ese escenario el que hace a los técnicos señalar que podría haber cortes masivos de suministro eléctrico en el país.
Un dato fundamental que surge de la proyección realizada por la compañía encargada del despacho es que el ajuste del gobierno de Milei es clave para comprender la problemática, dado que la la Secretaría de Energía dio de baja la semana pasada la licitación Contratos de Abastecimiento de Confiabilidad de Generación Térmica (TerConf), una licitación lanzada en el último cuatrimestre de 2023 para sumar 3.340 megawatt (MW) de potencia, con proyectos ya adjudicados, que implicaban obras por unos US$ 4.000 millones de inversión.
Además, la situación se agrava por los problemas financieros de las generadoras de energía, que también profundizó y mucho el gobierno libertario. Según la información disponible, las empresas están al límite en sus finanzas por el pago de la energía con un bono en dólares (el AE38D) y un recorte del 50% efectivo en lugar de la cancelación de subsidios, decisión que tomó el gobierno para maquillas los números y construir un superábit fiscal irreal.
El efecto en las empresas es que les achicó la caja para financiar inversiones de mantenimiento en sus máquinas, aumentando el riesgo de que no estén disponibles cuando más se las necesita.
Pero además de la cancelación de la licitación TerConf, la administración de Milei retrasó proyectos esenciales para aumentar la capacidad de generación y transmisión de energía, como por ejemplo el sistema de obras AMBA I y AMBA II, que contaba con financiamiento de China por unos 1.300 millones de dólares.
El problema es que dichas inversiones se cayeron por el exceso de ideologismo de Milei al enfriar la relación política y comercial con el país asiático. Estas obras incluían las estaciones transformadoras Plomer y Smith, en las afueras del Gran Buenos Aires, cuya falta de implementación podría agravar los problemas de suministro en la región.
Así, el “Informe de abastecimiento” que Cammesa analiza el despacho futuro en base a la oferta y demanda energética. En el texto, la compañía advierte que “de no contar con la importación considerada y agotando las reservas operativas, será necesario realizar cortes a la demanda”.
A diferencia de lo que ocurre habitualmente en los cortes de electricidad en los grandes centros urbanos, como en el Gran Buenos Aires, que tienen que ver con las redes de distribución, ahora el país va a un escenario crítico en la generación que desencadenará en faltante de energía.
El informe oficial anticipa que la generación térmica, hidráulica, renovable y nuclear, más las importaciones, no alcanzará para abastecer la demanda ante las olas de calor cada vez más frecuentes. También destaca que “en los últimos años se presentaron en la ciudad de Buenos Aires hasta seis olas de calor y 21 días consecutivos de temperaturas superiores a 25°C”.
Cammesa tiene previsto que el próximo verano la demanda máxima podría llegar a 30.700 MW y superar así el récord histórico del 1° de febrero de este año, cuando el país llegó a consumir 29.653 MW. El informe remarca que “de presentarse iguales condiciones que en el pico máximo del verano pasado, igual disponibilidad del parque térmico, igual recurso renovable variable y con Paraguay utilizando el 50% de la Central Hidroeléctrica Yacyretá, para abastecer la demanda máxima prevista (30.700 MW) será necesario importar la máxima capacidad (2.500 MW) y reducir reservas operativas”.
Las reservas que administra Cammesa en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) son de 7,2% de la generación disponible. Para un pico de 30.700 MW en el próximo verano, se requerirán más de 2.200 MW de reservas, que predominantemente están alojadas en las represas hidroeléctricas. Pero el informe oficial advierte que, incluso con la utilización de las reservas, la energía podría no alcanzar porque tampoco está previsto que en los próximos meses entre nueva generación.
Además, el documento añade que “cualquier indisponibilidad adicional en la oferta o en el transporte podrá presentar déficit en abastecer a la demanda”. La indisponibilidad del parque termoeléctrico es un problema cada vez más preocupante y se debe a la falta de fondos para realizar mantenimientos preventivos y reparar equipos con problemas técnicos.
Según el documento oficial, la probabilidad de abastecer el pico máximo con las reservas requeridas es del 80,9%, lo que deja un 19% de probabilidad de necesitar medidas operativas adicionales, como disminuir la capacidad de reservas o iniciar cortes programados de energía.
De acuerdo con las simulaciones, si se contara con una oferta adicional de 3.000 MW, la capacidad máxima de importaciones de Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia y Chile, la probabilidad de cubrir el pico de demanda ascendería al 97%. Sin embargo, esta suposición depende de que todo el resto del sistema funcione tal cual lo previsto: máxima disponibilidad de gas y combustibles líquidos para la generación térmica, operación normal en las centrales nucleares y los parques eólicos y solares, y uso del agua de las represas hidroeléctricas.
El informe destaca que los principales problemas podrían ocurrir entre la semana 9 y 10 de 2025, del 27 de febrero al 12 de marzo. En ese período, el Gran Buenos Aires podría superar la demanda de 11.200 MW de marzo de 2023 y tener sobrecargas en sus líneas de alta tensión, con una capacidad de generación al límite.