El gobierno porteño ya compró las primeras 60 mil vacunas al laboratorio japonés Takeda. Además, presenta una estrategia contra el dengue que consta de cuatro etapas y hará eje en la concientización y la participación ciudadana. Será lanzada hoy martes por Jorge Macri y el ministro Fernán Quirós.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires decidió aplicar de manera gratuita la vacuna a una parte de la población y ya compró las primeras 60 mil vacunas al laboratorio japonés Takeda.
El operativo porteño contra el dengue constará de cuatro etapas en la búsqueda de detectar y controlar la proliferación del mosquito Aedes aegypti: la primera de ellas, que consiste en la eliminación de los huevos que están a la espera de eclosionar en primavera, se inició hace tres semanas.
En cuanto a la vacuna, las autoridades porteñas decidieron adquirirla para que el Estado pueda aplicar el fármaco, en algunos casos, sin costo para la gente. El plan inmunización se desarrollará de manera progresiva y en etapas. En ese sentido, comenzará con los adolescentes de 15 a 19 años; luego avanzará con los jóvenes de 20 a 29 años y, finalmente, con los adultos de 30 a 39.
El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, presentará hoy martes la campaña integral de prevención del dengue en el Hospital Muñiz, en el barrio de Barracas. Allí se esperan anuncios en relación a la campaña integral contra el dengue, provocado por el mosquito Aedes aegypti.
Habrá 12 vacunatorios, distribuidos en los distintos barrios de la Ciudad, incluyendo hospitales, centros de salud comunitaria y postas extrahospitalarias. Los turnos empezarán a otorgarse a partir del 18 de septiembre, a través de la página web del Ministerio de Salud de la Ciudad.
El proyecto elaborado por el GCBA consta de cuatro etapas dividas temporalmente. La primera de ellas se inició en julio y se extenderá hasta septiembre. Este punto de partida está dado por la ausencia del mosquito aedes aegypti adulto y la presencia de los huevos que quedaron del pasado, cuya supervivencia puede ser de hasta un año. “Es el momento más lábil del ciclo del mosquito; el momento donde las intervenciones de prevención tienen mayor impacto en el brote futuro”, señaló a Ámbito el ministro Quirós.
Durante este periodo, se desarrollan operativos para combatir y eliminar criaderos, y se apela a la limpieza y descacharreo por parte de los vecinos y vecinas, tanto en sus casas como en edificios públicos, polideportivos y demás. Para ello, se recomienda vaciar el agua estancada y también limpiar con cepillos de cerdas duras los recipientes o, en su defecto, utilizar agua hirviendo.
A la par, el Gobierno porteño pide que los habitantes de la Ciudad denuncien la presencia de criaderos. Actualmente se habilitó un “Boti” -similar al que atiende las consultas ciudadanas- y un link denominado “Denunciá Criadero”. En referencia al trabajo mancomunado necesario, Jorge Macri graficó que hay que “construir un contrato social”.
El seguimiento de la situación, en particular, se hace mediante “ovitrampas” desplegadas en distintos puntos estratégicos de la Ciudad, cuyo objetivo es vigilar la presencia de nuevos huevos. Entre julio y septiembre, las mismas suelen arrojar resultados negativos.
Posteriormente, en el periodo que va a de octubre a diciembre, se desarrolla la segunda etapa. Con la llegada del calor, los huevos eclosionan y aparecen los aedes aegypti adultos. A excepción del año pasado, cuando la presencia temprana de los casos propició el inicio de la epidemia, no suele haber circulación del virus. Para entonces, el Gobierno porteño planea no solamente reforzar los operativos, sino también la red de sensores para fortalecer la vigilancia. Al encontrarse casos positivos en uno de los sensores, se despliega un operativo en la zona y se aplican larvicidas en sitios estratégicos.
La tercera etapa, en tanto, tiene lugar en enero. Con el verano avanzando, comienza la circulación local del virus. Aquí se intensifican las actividades de fumigación y de control de foco en la casa de los enfermos para evitar la propagación. “El momento absolutamente indicado de fumigación es cuando aparece una persona que tiene el virus en la sangre. Ahí hay que matar a todos los mosquitos vivos que hay alrededor suyo. Hay que lograr que ningún mosquito lo pique para que no comience la distribución a otras personas de la zona”, explicó Fernán Quirós.
En ese sentido, señaló que la “fumigación preventiva de la plaza no sirve; la fumigación sirve en la etapa 3 para el enfermo”. “Si a vos te diagnosticaron la enfermedad y no sos del sistema público -porque en el sistema público vamos enseguida-, comunicate con nosotros y vamos a tu casa a fumigar. En esto también la sociedad nos tiene que ayudar porque mucha gente no lo acepta”, amplió el funcionario. El operativo consiste en fumigar la casa y todo alrededor. Además, se hace un relevamiento puerta a puerta y, por cada febril que se identifica, se bloquea a su alrededor.
La cuarta y última etapa se desarrolla entre febrero y junio, y es el momento de mayor circulación del virus. Al respecto, el ministro de Salud porteño comentó que en ese momento “hay cierta justificación para fumigaciones más masivas”. Sobre este tema dijo que “la fumigación preventiva del espacio público no tiene ninguna utilidad”, ya que en el espacio público no está el aedes aegypti: “Preventivamente matar mosquitos que no tienen la enfermedad no sirve de nada. Hay que ir a buscar al mosquito que está enfermo”. Para entonces, se planea establecer cuatro nuevos Hospitales de Día en hospitales de agudos y se fortalecer los puntos de hidratación en los CeSACs, así como también se elevar la capacidad de respuesta de las unidades febriles a más de 3.000 consultas por día.