El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, tomó medidas drásticas tras la fuga de 17 presos de una comisaría en Liniers, removiendo de sus cargos al jefe y subjefe de la Policía de la Ciudad, Pablo Kisch y Jorge Azzolina. Los reemplazarán Diego Casaló como jefe de la fuerza y Carla Mangiameli como subjefa, según se informó oficialmente.
El episodio, ocurrido en la Alcaidía 9 ubicada en la calle Gana al 400, generó una rápida reacción por parte de la administración porteña. En un comunicado, se detalló que Jorge Macri se reunió con el ministro de Seguridad, Waldo Wolff, para analizar lo sucedido y tomar decisiones estructurales.
Además de los cambios en la cúpula policial, se destituyó al Director de Alcaidías y se implementaron acciones para esclarecer el incidente. Según el comunicado, “se está llevando a cabo una investigación interna con el Fiscal General, Juan Bautista Mahiques, para determinar responsabilidades. La División Unidad Táctica de Intervenciones en Alcaidías (DUTIA) también está intensificando los controles y realizando requisas exhaustivas”.
La búsqueda de los prófugos avanza con la colaboración entre los Ministerios de Seguridad de la Ciudad y de la Nación, así como con la Policía Federal. Paralelamente, la fiscal Lorena San Marco fue designada por el fiscal general Mahiques para investigar las posibles irregularidades en la Policía de la Ciudad relacionadas con la fuga.
Este caso expone la fragilidad del sistema de custodia en las alcaidías y refuerza la necesidad de medidas inmediatas para evitar nuevos episodios de este tipo.