El reciente anuncio del jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, marca un cambio significativo en la dinámica electoral de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Los porteños deberán enfrentar una doble jornada de votación en 2025, utilizando dos sistemas distintos para elegir representantes locales y nacionales.
Macri confirmó el desdoblamiento de las elecciones, estableciendo que los comicios locales se llevarán a cabo el 6 de julio, mientras que las elecciones nacionales se realizarán el 3 de agosto. Además, adelantó que convocará a sesiones extraordinarias en la Legislatura para debatir la posible suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en el distrito, y ratificó la continuidad del sistema de Boleta Única Electrónica (BUE).
En esta nueva modalidad, los porteños deberán acudir a las urnas en dos fechas separadas. El 6 de julio, elegirán anticipadamente a los 30 legisladores que asumirán en diciembre de 2025. Posteriormente, el 3 de agosto —si las PASO se mantienen— o en octubre, votarán a los 13 diputados nacionales y 3 senadores correspondientes a la Ciudad.
El uso de la Boleta Única Electrónica, que será obligatorio para los comicios locales, ha generado controversias. Este sistema fue ampliamente criticado en las elecciones de 2023 debido a problemas técnicos que derivaron en demoras significativas y errores en la emisión de votos. La situación fue tan grave que la Justicia Electoral debió intervenir.
Un caso emblemático fue el de la entonces candidata presidencial Patricia Bullrich, quien tardó 12 minutos y necesitó siete intentos para completar su voto con la BUE. Como resultado, la jueza federal con competencia electoral en CABA, María Servini, presentó una denuncia penal contra el Instituto de Gestión Electoral (IGE) de la Ciudad, al que responsabilizó por las fallas y la falta de organización en los comicios.
Estos cambios, que impactarán tanto en la logística como en la experiencia de los votantes, abren el debate sobre la efectividad y transparencia de los sistemas electorales porteños, además de la viabilidad de realizar dos elecciones separadas en un mismo año.