Este lunes, el Gobierno de Javier Milei oficializó la disolución del Servicio de Conciliación Previa en las Relaciones de Consumo (COPREC), a través del decreto 55/2025. Además, eliminó el Registro Nacional de Conciliadores en las Relaciones de Consumo y el Fondo de Financiamiento, como parte de las medidas de profundización del ajuste del gasto público.
El COPREC es un organismo que trabajaba sobre “los reclamos de derechos individuales de consumidores o usuarios que versaren sobre conflictos en las relaciones de consumo regidas por la Ley N° 24.240 y sus modificatorias, cuyo monto no excediera de un valor equivalente al de 55 Salarios Mínimos, Vitales y Móviles”.
Qué dijo el Gobierno sobre la disolución del COPREC
El Gobierno argumentó que era “una instancia burocrática de mediación entre consumidores y proveedores, creada en el año 2014, que duplicaba tareas con otros organismos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y tenía bajos niveles de eficiencia”.
Y en ese sentido, señaló que la disolución del COPREC implica para el Estado un ahorro anual de $650 millones que se destinaban a honorarios de los conciliadores y a gastos operativos.
Por otro lado, detalló que “la función del COPREC se superponía con los distintos organismos que funcionan en el ámbito porteño: Defensa del Consumidor de la Ciudad y el portal Mi Reclamo del Consejo de la Magistratura, por el que también se puede acceder al Sistema de Conciliación Previa”. Y remarcó que “además, la Ciudad cuenta con la Mediación Previa a Procesos Judiciales en el marco de la Ley 26.589”.
Adiós al COPREC: cómo se deben hacer a partir de ahora los reclamos de defensa del consumidor
A pesar de la eliminación del organismo, desde el Ejecutivo aclararon que la medida no debería impactar en los consumidores.
“Los consumidores continuarán tramitando sus reclamos de forma virtual en la misma Ventanilla Única de Defensa del Consumidor y en sitios web de las jurisdicciones, o bien de manera presencial en las dependencias municipales y provinciales”, especificaron.
Además, la Ciudad de Buenos Aires adhirió a la Ventanilla Única de Defensa del Consumidor y se resolvió la compatibilidad informática para coordinar el sistema y el tratamiento de los reclamos.