El Ministerio de Salud de la Nación confirmó este viernes el primer caso positivo de la viruela del mono en el país y en la región, tras los resultados que arrojaron los estudios del instituto ANLIS Malbrán.
Se trata de un hombre de 40 años que había vuelto de España cuatro días antes de comenzar a presentar los síntomas, tales como fiebre y ampollas en algunas partes del cuerpo. Ante el señalamiento como caso sospechoso el lunes pasado, se le realizó una prueba en una clínica de la Ciudad de Buenos Aires.
Allí quedó aislado y controlado, a la espera de los resultados de los estudios, que finalmente dieron positivo. Según se pudo saber, el primer estudio realizado indicaba que existía una “alta probabilidad” de que este sea viruela símica. El enfermo se enteró del resultado ese mismo día, cuando fue informado por el Ministerio de Salud que la probabilidad de que fuera positivo era alta.
“En el día de la fecha el Servicio Microscopía Electrónica del Departamento de Virología del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas ANLIS ‘Dr. Carlos G. Malbrán’ precisó que el primer resultado obtenido a partir de las muestras de contenido vesicular correspondientes al caso sospechoso informado en el día de ayer determinó la presencia de partículas virales compatibles con Poxvirus del género Orthopox, un virus que no circula en la Argentina, y que presenta una alta probabilidad de compatibilidad con viruela símica”, detalló la cartera sanitaria.
En ese sentido, se informó que “el estudio se realizó con la técnica de coloración negativa para microscopía electrónica, determinándose la presencia de partículas virales compatibles con Poxvirus pertenecientes al género Orthopox, no hallando la presencia de virus del género Parapox, así como otros tipos virales productores de lesiones similares (Herpes, Varicela, Enterovirus, etc)”.
Por el momento, permanece aislado y en buen estado de salud general, excepto por algunas molestias como el dolor que pueden causar las pústulas en la piel características de esta enfermedad. Cabe aclarar que se trata de una transmisión por cercanía o por gotas respiratorias, por lo que el viaje a uno de los países con un brote en curso de la enfermedad activó la sospecha en los profesionales tratantes.