La Cámara de Diputados sancionó la ley Bases con los cambios que aplicó el Senado con 147 votos a favor y restituyó el impuesto a las Ganancias con una mayoría de 136 votos.
También se repuso la versión original de Bienes Personales, elevando el piso del tributo y eximiendo a buena parte de la clase media alta.
El tratamiento insumió más de 12 horas de debate pero, mientras que la aprobación del proyecto insignia de Javier Milei nunca estuvo en duda, la insistencia con el gravamen sobre el salario de los trabajadores estuvo en riesgo por la resistencia de casi 20 legisladores aliados a acompañar al oficialismo en ese punto.
Martín Menem no podía garantizar siquiera que todos los legisladores libertarios apoyaran Ganancias y tuvieron que desembarcar en la Cámara Baja la vicepresidente Victoria Villarruel, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Los tres se dejaron ver en los palcos del recinto y atendieron reproches de diputados reticentes a apoyar la sanción de Ganancias.
El nerviosismo de los LLA llegó a su pico a media tarde, cuando el riojano entendió que no podía torcer las posturas de la santafecina Rocío Bonacci y la bonaerense Carolina Píparo. Para colmo, su bloque debía lidiar con la posible baja de Marcela Pagano, quien dependía de la autorización del médico que la atiende por estar cursando un embarazo complicado para asistir al momento de la votación. La presidenta de la Comisión de Juicio Político llegaría al recinto recién a la 1:00 de la mañana.
A lo largo de la jornada, radicales, pichettistas y federales alertaron al gobierno sobre el fin de las excusas con la sanción obtenida esta madrugada. Y por otra parte, los diputados de extracción sindical que integran Unión por la Patria adelantaron que ya en la mañana del viernes los sindicatos se presentarían en juzgados de primera instancia para impugnar la instauración de Ganancias otra vez.
A su turno, Rodrigo De Loredo pidió “sensibilidad” al gobierno y, después, Cristian Ritondo concedió que a los dos proyectos “les faltaba” pero explicó que su bloque votaba a favor “más por responsabilidad que por identidad”.
El titular del bloque peronista, Germán Martínez, retomó los planteos de sus antecesores y preguntó: “¿Para qué carajo estamos votando esta ley?”. También ensayó un acting con una caja símil la que contenía la versión original de la ley ómnibus cuando el Ejecutivo se la hizo llegar a Menem y otra, más pequeña, aludiendo al tamaño del expediente actual, desflecado o deshidratado. “Es más chica pero profundamente dañina”, acotó.