(EDITORIAL) No se vaya, quédese con nosotros en el dial…

Nota de opinión por Horacio Barrios, periodista y locutor de Radio

 

Usted que es oyente, no lo nota, pero algo sucede puertas adentro en la Radio argentina. Y es preocupación.

Paso a enumerar:

Eliminación de la pauta oficial, aumento descontrolado de tarifas, inflación desbocada, caída de las cuentas comerciales, dificultades para pagar sueldos, y a proveedores de servicios, sumado a la competencia desleal de las plataformas digitales que cooptan anunciantes que ven la oportunidad de mudarse de la Radio tradicional a esas herramientas, con bajos costos y sin control alguno, la deuda millonaria que aún mantiene el estado con las emisoras privadas (nn proceso de pago), y finalmente, la falta de recambio generacional, por envejecimiento del canal AM y de su audiencia.

A todo esto, varios Radiodifusores ya comienzan a evaluar la posibilidad de dejar el negocio ante los vaivenes y desequilibrios financieros actuales.

Lo descrito y algo más, empujó a la Radio argentina, hacia una crisis multifactorial sin precedentes. (Estoy seguro de que muchos comunicadores opinarán muy respetablemente lo contrario).

Sumemos la tímida adaptación a las nuevas opciones tecnológicas, para poder explotarlas comercialmente, caída en lugares comunes, es decir, falta de creatividad y desconocimiento de lo que hay en ese mundo, y retroceso en el nivel de formación de los nuevos profesionales del medio.

Pero no hay dudas de que el impacto más grande fue producido por los tarifazos del servicio eléctrico, que representó un golpe de efecto al corazón de la Radio, teniendo en cuenta el enorme gasto en energía que generan las plantas transmisoras de AM, lo que ha llevado a la decisión de bajar la potencia de antena en varias estaciones, con las consecuencias negativas que esto acarrea a la empresa, como la de abandonar zonas de cobertura, con fuerte impacto en las cuentas.

¿Está cerca el final de la Radio por el canal AM? No lo sabemos, pero señales hay… El problema está en cómo interpretarlas.

Si bien esto es una realidad, debemos hacer algunas consideraciones.

Lo dicho, una Radio AM, dependiendo de su potencia, cubre una determinada región geográfica hacia donde llegan sus mensajes a través de la propagación por antena, lo que podemos llamar zona de influencia.

Dentro de ese área de cobertura hay oyentes y un mercado comercial.

Muchos anunciantes y cuentas de empresas que pautan en la emisora, apuntan a esas audiencias para ofrecer sus productos mediante la publicidad en la Radio.

Se arma así un círculo virtuoso entre la estación, las audiencias y los comercios de referencia.

Cuando se disminuye la potencia de antena para bajar costos sin un plan de contingencia, se está renunciando a un gran porcentaje de esa zona de influencia de la que se retira la emisora, ergo, se pierden oyentes y consumidores, acompañado de la posibilidad de que algunas cuentas comerciales dejen de pautar en la Radio porque ésta ya no alcanza a aquellos públicos, a los que se apunta con la publicidad.

Al dejar el área, hay que compensar la pérdida, es decir, un reemplazo de modo tal de recomponer la relación con esas audiencias y recuperar al menos, parte del mercado que se abandonó.

Hay que comenzar a romper paradigmas.

Si usted tiene una AM y le sucedió lo descrito, sume esto:

En los autoestereos de los automóviles nuevos, existe una pantalla multimedia donde la AM ya no está.

Es decir que también pierde audiencia en los vehículos y el streaming no la puede reemplazar en un viaje de media y larga distancia, ya que en la ruta se encuentra con regiones donde no tiene señal de internet ni datos.

Lo dicho, es necesario diseñar un plan de contingencia antes de disminuir la potencia de antena de la Radio.

Cubrir el espacio a medida que se lo va abandonando, con otras herramientas y canales de comunicación.

En la actualidad, varias estaciones están celebrando convenios de reciprocidad con pequeñas emisoras de Frecuencia Modulada del resto del país, con la finalidad de que repitan la señal de las AM, tanto de la ciudad de Buenos Aires como de otras ciudades importantes del interior, mediante el pago de un canon, o bien de un porcentaje de la publicidad que la emisora local factura por reproducir contenidos de la Radio cabecera.

Se viene un cambio de paradigma en la Radio argentina y comenzará por las emisoras del interior.

¿Dónde estaría la solución? Hay que pensar en las experiencias de Brasil, México, Chile y Bolivia.

El país carioca apostó a la FM. Mudó los contenidos que caracterizaban al canal de onda media, a esa frecuencia, generando un cambio no solo en las audiencias sino también en la calidad de los contenidos, y la mejora del sonido.

Por el mismo camino van los demás países mencionados

Llevar los contenidos de AM a FM deparará audiencias más jóvenes (en AM actualmente el promedio es de 60 años), ganará calidad en el audio y mejorará las producciones. Pero a esto añada que tendrá más competencia en ese canal de distribución, pero si viene de una AM, seguramente la alternativa sumará ventajas comparativas respecto de aquellas cuyo origen fue diferente.

Volverá a sonar en los autoestereos de los automóviles, mientras el oyente va de la casa al trabajo o cuando regresa.

¿Podría ser ésta una alternativa viable en un futuro no tan lejano?

Los empresarios de la Radiodifusión son conservadores y temen al riesgo sin red, más aún, cuando la empresa entra en una crisis como la que hemos descrito más arriba, pero idéntico temor sintieron los Radiodifusores brasileños en el momento en que tomaron la decisión de cambiar de frecuencia en un contexto diferente.
Sin embargo, en las actuales circunstancias y realidad económica de nuestro país, parece que el sistema de pinzas se va cerrando paulatinamente y el riesgo no es solo el de quedar atrapado adentro, sino el de tener que bajar la palanca por no encontrar la salida.

No es sencillo tomar decisiones de esa naturaleza en un contexto como el que se vive en Argentina, donde la planificación a largo plazo es más una expresión de deseos que una realidad.

Podemos concluir en que: la crisis en la Radio argentina es el resultado de una combinación de factores económicos, políticos y tecnológicos que han transformado radicalmente el paisaje mediático nacional.

La necesidad de adaptarse a un entorno cambiante es crucial para la supervivencia del sector, pero las políticas públicas actuales parecen haber exacerbado más que morigerar, los problemas existentes.

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