El gobierno porteño dispuso un operativo de control destinado a los conductores que celebrarán esta noche la fiesta de San Patricio.
A raíz de las tradicionales celebraciones por el Día de San Patricio, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dispuso un amplio operativo de control vehicular para ser rigurosos con los conductores que participen de dicho evento.
El proceso llevado adelante por los agentes de tránsito consiste en tres pasos: la verificación de la documentación; el examen con equipamiento alómetro para determinar si hay presencia de alcohol; y, en caso de haber dado positivo, la realización del test con alcoholímetro para determinar dosaje.
La jornada festiva será esta noche y se espera una importante presencia de vecinos y vecinas en el centro porteño. Para este evento excepcional, se reforzarán los controles y se incorporarán 10 puestos adicionales en puntos estratégicos de la ciudad de Buenos Aires.
Según se informó desde el Gobierno local, se utilizará metodología embudo, ya que se encauzará el flujo vehicular tomando varios carriles de la avenida para poder verificar un mayor número de conductores y para que los autos transiten a baja velocidad.
La Secretaría de Transporte y Obras Públicas estimó que en los dos primeros meses del año se realizaron más de 73.000 controles, un 39% más en comparación con el mismo período del 2022. Sin embargo, la cantidad de positivos disminuyó de 3,3% al 1,2%. Desde el año pasado, la sanción por dar positivo en el test de alcoholemia es la quita de licencia por un mínimo de dos meses.