Así se indicó en el Boletín Oficial, donde se convoca a empresas privadas a participar de una prueba piloto del servicio a partir del 2023. Los alquileres de estos vehículos se habían iniciado en 2019 y se interrumpieron en 2021.
Hoy, el Gobierno de la Ciudad informó en el Boletín Oficial que comenzarán una prueba piloto para el regreso de los alquileres de los monopatines eléctricos en territorio porteño. También se convoca a empresas privadas a participar de una prueba piloto el año que viene.
“Convócase a la presentación de propuestas para la prueba piloto para la Prestación del Servicio de Monopatines Eléctricos de Uso Compartido en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para el día 14 de noviembre de 2022 a las 12:00 horas”, rezó el Artículo 3º de la resolución Nº 720/SECTOP/22, según consignó Infobae.
En un comunicado de prensa se informó que el objetivo de la Secretaría de Transporte es el de fomentar “la intermodalidad, con nuevas formas de movilidad que ocupan menos espacio físico y son sustentables, dentro de las cuales se enmarcan los dispositivos de movilidad personal”.
Se estima que la prueba piloto será realizada en marzo de 2023 y tendrá ciertas características particulares. Habrá estaciones físicas y virtuales, tanto en calzada como en la vereda, para dejar los monopatines. Eso optimizará la carga de los vehículos y ordenar su logística. En tanto, se estima que habrá unos 2000 monopatines disponibles en la primera etapa.
Además, los monopatines estarán sujetos a las normas de convivencia que se reguló en mayo de 2019 para su uso. La velocidad máxima permitida de los mismos será de 25 km/h y se recomienda su uso en a través de la Red de ciclovías y bicisendas protegidas, que contempla una extensión de 287 km.
Las normas de uso indican que el casco será obligatorio, sólo se permitirá una persona a bordo de cada monopatín, la edad mínima de uso será de 16 años y está terminantemente prohibido la circulación de los mismos sobre las veredas.
La llegada de los monopatines a la ciudad se había concretado en el 2019 pero el alquiler de los mismos había perdurado por apenas dos años. A raíz de estrategias comerciales y de la pandemia del coronavirus, las empresas gestoras del servicio decidieron a mediados de 2021 abandonar el país.