El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, encabezó en el Centro Comunitario del Barrio Múgica un taller de repelente casero ante el incremento de contagios. “Estamos en el año con el brote epidémico más alto”, alertó.
El ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, brindó un taller de repelente casero en el Centro Comunitario del Barrio Múgica, con el fin de informar y prevenir la propagación del contagio del dengue.
“Estamos en el año con el brote epidémico de dengue más alto de lo que hemos registrado. Esto es una realidad de la ciudad, de la zona centro de la Argentina y de toda Sudamérica. Es un año de un brote enorme en toda la región y nosotros somos parte de eso”, comentó el encargado de la cartera sanitaria en la CABA.
Tras la información oficial que indica más de 200.000 casos y 79 personas fallecidas por dengue en la Argentina, el ministro dio algunas recomendaciones de cómo prevenir la picadura del mosquito Aedes aegypti y dónde ponerse repelente para lograr la efectividad del producto.
Ante la demanda por repelentes y los altos precios para adquirirlos, el ministro de Salud porteño explicó cómo realizar uno casero.
1- Macerado: picar 3 puñados de citronela, lavanda, geranio, limón, tomillo fresco y molle. Colocar la mitad en frasco junto a 25 grs. de clavos de olor y cubrir con 400 ml. de vinagre de alcohol y 400 ml. de alcohol. Tapar y dejar reposar 40 días y 40 noches, con calor, sin luz.
2- Infusión: poner 900 ml. de agua al fuego y apagarlo antes del hervor, agregar las hierbas reservadas y tapar. Dejar reposar 30´a una hora.
3- Mezcla: colar y mezclar el líquido resultante de la infusión con la misma cantidad del macerado.
4- Aceite esencial: agregar a la preparación anterior 10 ml. de aceite esencial de citronela puro. Revolver bien.
5- Envasado y rotulado: etiquetar el repelente con la fecha de elaboración.
Quirós indicó que “no se trata del mosquito habitual que uno ve en la plaza, en un lugar público”, por lo que aseguró que no es relevante la fumigación. “La gente a veces se concentra en plantear fumigaciones en espacios públicos que no modifican en nada la realidad”, explicó.
Y concluyó: “Se trata de un mosquito diferente al habitual, no anda de noche, no zumba en la oreja. Eso lo hacen los mosquitos más comunes. El mosquito del dengue suele andar por abajo, abajo de la cama. Pasa cuando estás comiendo y te pican los tobillos, no lo ves y no lo encontrás”.