Esta semana se subastaron cuatros nuevos predios del ex Tiro Federal por un total de casi 20 millones de dólares. Una empresa perteneciente a Mirgor compró un lote de 400 metros por 5,7 millones de dólares a la cotización oficial en una subasta del Gobierno porteño.
Esta semana se subastaron cuatros nuevos predios del ex Tiro Federal por un total de 20 millones de dólares. Se trata de dos predios de 400 m2 que fueron adquiridos el martes pasado por 5, 7 y 5,3 millones de dólares respectivamente, y de dos predios de 433 m2 que fueron subastados de manera conjunta ayer por poco más de 9 millones de dólares. Uno de los terrenos quedó en manos de GMRA SA, empresa de Nicolás “Nicky” Caputo, hermano de la vida de Mauricio Macri, como él mismo lo dice, y otro fue para una empresa ligada al Banco Galicia.
El martes y miércoles que pasaron se realizaron nuevas subastas de terrenos del futuro Parque de la Innovación, el proyecto que el Gobierno de la Ciudad presenta como una “apuesta por la economía del conocimiento y la educación de calidad”, consigna Tiempo Argentino.
Sin embargo, en este predio de 12 hectáreas situado sobre Av. Libertador -una de las zonas más exclusivas de la Ciudad-, de 13 predios subastados, más de la mitad son para espacios de “coworking” y construcciones residenciales premium que contaron con rebajas del 40% de su valor y hasta en 24 cómodas cuotas de pago en pesos, de las que se beneficiaron entre otros, Caputo.
“En junio de 2020, mientras comenzaban a multiplicarse los casos de Covid-19 y en la Ciudad se declaraba la Emergencia Sanitaria, el Gobierno porteño consideró oportuno convocar a la primera subasta del futuro Parque de la Innovación”, explica a Tiempo Argentino Jonatan Baldiviezo, presidente del Observatorio del Derecho a la Ciudad. La Parcela 1 del Polígono C, que tiene 1800 m2 de superficie y donde está permitido construir 16 mil m2 (aproximadamente 12.800 m2 vendibles), se subastó en agosto de ese año por 925 millones de pesos (11,9 millones de dólares al cambio oficial de esa fecha – $/U$S – $77,75). Además, el GCBA también autorizó a pagar el precio de la tierra en cómodas cuotas en pesos durante 24 meses.
La siguiente subasta fue entre julio y septiembre de 2020, cuando se remataron dos parcelas que tuvieron el mismo comprador: Angostura Inversiones SA, una empresa cuya principal actividad en la AFIP es la de Servicios inmobiliarios. Esta sociedad anónima originaria de Villa La Angostura se quedó con 803 m2 del Parque de la Innovación (las Parcelas 1 y 2 de la manzana 146 G) por poco más de 6,7 millones de dólares (USD 6.748.413). “En la primera parcela, la subasta fue una puesta en escena: Angostura Inversiones fue la única oferente. En la parcela 2, hubo otro interesado y terminó pagando un 12% más que el precio base. Aún se desconoce el proyecto que desarrollará en el lugar, aunque se trata de parcelas aptas para construcciones residenciales premium”, continúa Baldiviezo.
Ahora, el martes pasado, la empresa GMRA S.A. se quedó con la Parcela 1 de la Manzana 146D por 5,7 millones de dólares. GMRA S.A es una empresa del Grupo Mirgor, la primera empresa que fundó Mauricio Macri junto a su hermano de la vida, Nicolás Caputo.
El otro predio subastado, también de poco más de 400 m2, quedó en manos de El Nuevo Aromo S.A., compañía que pertenece a dos empresarios, uno de ellos vinculado al Banco de Galicia. En total, el Gobierno de la Ciudad ya lleva recaudados más de 83 millones de dólares por la subasta de 14 parcelas y espera llegar a 250 millones cuando termine de rematar las 32 parcelas en las que está dividido el predio.
“Lo cierto es que, a la hora de pagar estos predios, los compradores podrán hacerlo en pesos y en cuotas variables por subasta. Un beneficio con el que no cuenta ninguna familia porteña para acceder a la vivienda ya que debe pagar con dólar billete para comprar cualquier inmueble. El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta aplicó la desdolarización del mercado inmobiliario a nuestras tierras públicas”, expresa la ingeniera María Eva Koutsovitis.
“En Puerto Madero, en los años 90, se dijo que resultaba necesario avanzar con la venta de tierras públicas y habilitar la construcción para financiar viviendas sociales y equipamiento de salud y educación en el resto de la Ciudad. Luego de treinta años ni un solo peso fue destinado a dichos fines. El dinero obtenido de las ventas fue reinvertido en el propio barrio de Puerto Madero para la construcción de la infraestructura y del espacio público del barrio. La Ciudad les devolvió el dinero a los compradores de las tierras públicas en dichas inversiones. La totalidad del aumento de valor del suelo por estas intervenciones estatales fue capturada por los nuevos dueños de la tierra”, subraya Koutsovitis.
“En el Parque de la Innovación se repite la misma historia. La propia ley deja en claro que el 80% de la venta del Polígono A, que el Grupo Werthein compró por 151,5 millones de dólares, se destinará a la infraestructura del Parque de la Innovación que será un emprendimiento inmobiliario privado. En ese camino, en una Ciudad con enormes problemas edilicios en las escuelas y hospitales, el Gobierno porteño decidió destinar al Parque de la Innovación más de 2800 millones de pesos -dinero que sale de los impuestos que pagan las y los porteños- en obras de infraestructura”, se explaya Baldiviezo.
Una de las empresas beneficiadas, que realiza la “apertura de calles y veredas que integran el espacio público, la remediación, la demolición de la totalidad del predio del ex Tiro Federal Argentino, la excavación, el tendido de red de infraestructura y la nivelación para los servicios básicos” de los tres polígonos de este predio (Licitación Pública 719/SIGAF/20), es Bricons SA, cuyo presidente, Mario Raspagliesi, quien aportó 500 mil pesos al PRO durante la campaña de Mauricio Macri en 2015, y contribuyó con otra cifra igual a través de una empresa familiar que produce aceite de oliva.
Uno de los funcionarios que está a cargo de la supervisión del Parque de la Innovación es Diego Fernández, ex secretario de Integración Social y Urbana porteño, encargado del proceso de urbanización del Barrio Carlos Múgica donde, contando con miles de millones de pesos, construyó viviendas que se caen a pedazos y donde los servicios públicos aún no fueron regularizados en ninguna de las viviendas.
“De esta manera, la Ciudad vende por debajo del precio de mercado las parcelas antes de finalizar la infraestructura. Es decir, el valor de las parcelas no tiene incorporada la plusvalía que generará la inversión de la infraestructura estatal que será capturada por los nuevos propietarios. Los compradores se adueñan de las parcelas con la garantía de que la sociedad porteña les costeará toda la infraestructura de servicios públicos y de espacio público. Si tan solo la Ciudad esperara a realizar la infraestructura para luego vender, el precio de la tierra sería otro”, concluye Baldiviezo.