El coronavirus sigue avanzando a nivel mundial con más de 12 millones de personas infectadas y más de 550 mil muertes. Algunos países están atravesando la segunda ola de infecciones. Pablo Goldschmidt, virólogo argentino residente en Francia, analizó la situación en Radio Jai.
“No tengo una percepción de segunda ola porque aquí la cosa está relajándose de a poco, lo único que se está verificando es que la máscara o barbijo impide la salida de saliva lo que hace que haya menos riesgos para los demás. El barbijo es una medida ciudadana para proteger al prójimo. La saliva queda adentro pero hay que cambiarlo cada cuatro horas. Junto con el lavado de manos es la medida número uno”, explicó.
“Hay seres humanos vulnerables por problemas de edad, sobrepeso, diabetes, problemas genéticos de cierta predisposición a las enfermedades infecciosas. Esta es una enfermedad respiratoria más que por ahora no sabemos si es mucho peor que las otras entonces hay que proteger a la gente mayor, tener mucho cuidado en los geriátricos porque en los lugares cerrados es donde mayor riesgo de contagio hay”
Con respecto al aumento de contagios, el virólogo, dijo que “hay que proteger a la gente que se sabe que es vulnerable. En Europa, por ejemplo, se dejó morir a la gente vulnerable y se encerraron los seres humanos que no eran vulnerables. Es decir, que hay un error conceptual muy grande. Mi intención no es decir de dónde viene el error o quién tiene la culpa, pero que las cosas se hicieron mal y se están haciendo mal no hay duda”.
“Uno se pregunta qué está pasando que cada vez se encierra más a toda la gente cuando se sabe que el problema es cuidar a la gente de riesgo y sobre todo al personal de salud. Porque ni los médicos, enfermeros o bioquímicos somos héroes, somos trabajadores como cualquier otro. No puede ser que las autoridades sanitarias no pongan a disposición los elementos necesarios para que uno vaya a trabajar y no a morirse”.
“Con esos aplausos que se hacían en Europa a las 8 de la noche y el ruido que hacia el personal de salud, lo que se estaba diciendo es que los están mandando al frente de una guerra sin armas y no les están pagando lo que corresponde por la responsabilidad y los años de estudio que tienen”, aseguró.
Con respecto a la actividad económica, Goldschmidt, dijo que n opina sobre eso. “Para mí es la vida contra la vida. Hay que mantener vivos a todos, al espíritu universitario, al poder ejecutivo, legislativo y judicial. No es posible que un virus haya contraído la democracia”.
También habló sobre la situación en Argentina: “El año pasado, el ministerio de salud, había declarado que hubo 33 mil muertos de neumonía en la argentina. La prensa debería mirar los datos, porque está generando mucho pánico. Hay que mirar los datos, el año pasado hubo muchos fallecidos y el país no estuvo cerrado. El virus de este año por ahora no es peor. Si está matando gente, pero el año pasado murieron más de 30 mil de neumonía, 60 mil de enfermedades infecciosas y no cerraron nada”.
“Cada persona que muere es un drama. Pero los chicos no pueden ir a estudiar, hay gente que está perdiendo el trabajo. Cuando uno va a estudiar, va a crecer como ser humano. La universidad no es una fábrica de diplomas, es un lugar de intercambio, de enseñanza afectiva, todo eso se está perdiendo y se consuela diciendo que no importa porque hay teletrabajo y teleenseñanza. Pero mientras tanto se están muriendo las personas vulnerables. Entonces todo está mal. No se está enseñando correctamente, no se deja trabajar y la gente se sigue muriendo. Hay algo que solo se resuelve con calma y serenidad pero no en la locura de decir que hay que encerrar a todos que las cosas van a estar mejor”.
“Desde que se levantó en Francia la cuarentena, fue bastante difícil pero ahora hay medidas de distanciamiento social. Nos dimos cuenta que las gotitas de saliva trasmiten el virus a un metro, con lo cual estar separado no sirve si uno no tiene máscara. Hay que usar siempre máscara y lavarla para no transmitir ninguna enfermedad respiratoria y lavarse las manos”.
“El miedo hace que el pensamiento individual y el razonamiento se disuelvan. Hay que parar con el pánico y dejar de anunciar el número de muertos todos los días por la televisión y ocuparnos de otras cosas, que hay un montón de otros problemas en el mundo que tenemos que resolver. Los virólogos, los médicos y los bioquímicos tenemos demasiado trabajo como para estar focalizados en una sola temática. Parece que se acabaron las otras situaciones a las cual el ser humano está expuesto hoy”, finalizó Goldschmidt.
Fuente: radiojai.com