Gustavo Carrara recibió la donación de la Juventud Sindical de CGT y el compromiso de sumarse a la campaña de vacunación en las villas.
A la crisis de la pandemia del coronavitus los jóvenes sindicalistas de la CGT le contestaron con un gesto solidario. Entre ellos recaudaron medio millón de pesos que les permitió adquirir diez toneladas de alimentos y bebidas.
«Estamos muy agradecidos (en representación de los curas de las villas y como obispo auxiliar del arzobispo porteño, el cardenal Mario Poli) porque va ser destinada a los comedores comunitarios de las parroquias en las villas de la Ciudad de Bs As.
Agradezco a la juventud sindical que puso mucho de sí, que hizo esto posible y la solidaridad llegue a otras personas que están en una situación más difícil que la nuestra». Al final el obispo que vive en en el Bajo Flores les aseguró a los jóvenes sindicalistas que
«Dios les va a recompensar y la Virgen va a derramar su gracias y su bendición sobre ustedes».
La donación fue realizada este lunes 20, al mediodía, en la sede de Cáritas Buenos Aires, y allí Sergio Ortiz, motor de la colecta entre los jóvenes sindicalistas, aseguró que «las banderas de organización y solidaridad no son chamuyo».
En eso recordó un extenso listado de acciones solidarias en un plazo de 10 meses de estar activa la juventud que reconoce el liderazgo sindical en Héctor Daer.
Hace un mes atrás la Juventud Sindical envió un tren repleto de alimentos y útiles escolares a La Banda, en la provincia de Santiago del Estero. En el verano pusieron a disposición los campings para niños de barrios populares, y en las vacaciones de invierno los teatros sindicales.
Ortiz, que es secretario de Juventud en el Sindicato de Comercio que dirige Armando Cavalieri, se comprometió junto a Diego Sixto del Sindicato de Sanidad y Sebastián Maturano de Unión Ferroviaria que habrá continuidad en la ayuda. «Ante la pandemia queremos dar una mano en las villas por ejemplo para la campaña de vacunación».
La cercanía de los sindicalistas con Carrara va en sintonía de la establecida por el propio presidente Alberto Fernández. Hace pocas semanas atrás recibiendo a los curas villeros en la Quinta de Olivos para charlar sobre las medidas para enfrentar la pandemia del coronavirus, o en la cena navideña en la Iglesia San Cayetano a la que asistió Fernández con su mujer y donde se fotografió junto al obispo villero.