Navila Garay (15) se crió en una barriada humilde de Chascomús y tuvo una infancia marcada por las carencias. Comenzaba a atravesar una adolescencia compleja cuando fue asesinada a golpes en la cabeza por un hombre de 56 años en un episodio que conmociona a esa ciudad.
La chica había abandonado los estudios secundarios y, según contaron a Clarín en su entorno, también se alejó de la casa de su madre, Débora Garay, para irse a vivir con su abuela en el barrio El Hueco.
Ambas propiedades, de materiales a medio terminar, están a pocas cuadras de distancia. Es una zona alejada unas 20 cuadras del centro de la ciudad, en el sector opuesto a la avenida costanera que es el paseo obligado que recorre la famosa laguna de Chascomús.
Navila, a quien le gustaba que la llamaran “Navi”, ayudaba a su abuela con trabajos esporádicos de limpieza en casas del sector céntrico de la localidad. Tenía entre cinco y seis hermanos. Su madre también es empleada doméstica.
“Desde muy chica estuvo siempre rodeada de carencias. Fue una niñez muy dura para ella y para todos sus hermanitos”, dijo a este diario una fuente que conoce a la familia de la nena asesinada.
“Navi” era una chica decidida e independiente. Su piel se curtió con la dureza de esos primeros años a puro obstáculo. Se animó a alejarse de su madre, Débora, para intentar un camino sola.
Se movía con solvencia en el pueblo, aunque siempre avisaba a su abuela sobre sus pasos. “Me quedo a dormir con…”. O “vuelvo mañana. Te dejo un beso”, eran mensajes que dejaba para evitar angustias a su familiar.
“Por eso nos llamó la atención que no hubiera avisado a dónde iba el día que desapareció”, le dijo un conocido de Navila a la Policía la semana pasada, cuando denunciaron que no podían encontrarla.
La fiscal a cargo de la causa, Daniela Bertoletti, dijo esta mañana que la adolescente frecuentaba la casa del acusado, quien trabajaba en el mantenimiento de parques y jardines. El martes pasado fue hasta lo del hombre en un remís y él salió a pagar el viaje.
Después de cinco días de búsqueda y angustia, la encontraron enterrada en una casaquinta situada a pocas cuadras de la laguna, adonde el sospechoso cumplía tareas de limpieza.
Néstor “Lito” Garay está detenido por ser el presunto asesino de la chica. Mientras todavía la buscaban, aseguró que ella lo extorsionaba. “Me pidió 3.000 pesos para que no dijera que yo abusaba de ella”, declaró.
“Navila se crió casi sola. Apenas terminó la primaria en una escuela pública de Chascomús. En la entrada a la adolescencia comenzó a tener diferencias con la madre y decidió irse a lo de su abuela, una mujer pensionada a quien ayudaba con lo poco que conseguía”, contaron allegados a la víctima.
Fuente: Clarin.com