Con la profundización cotidiana de la crisis económica y el alza sideral del precio de los metales, todo se ha convertido en botín para oportunistas. Pomos de cerradura, picaportes, placas de portero eléctrico y los viejos cestos para basura ya en desuso en la ciudad se convirtieron en objetos apetecibles para los aprovechadores y se suman partes de bronce o cobre de medidores de gas y transformadores eléctricos, pero también los tramos de ingreso domiciliarios de la red de agua.
Dos delincuentes venían realizando un exitoso raid en plena madrugada por Villa Soldati grabados por las cámaras de seguridad cuando caminaban por la calle Castañón al 2800. A pocas cuadras de allí, en las calles internas, fueron detectados en plena tarea por “Ernestito”, el perro guardián de la jubilada Teresa, que comenzó a ladrar sin descanso despertando al barrio. Cuando los vecinos se asomaron observaron a dos hombres agachados sobre una tapa de ingreso de AySA que habían cerrado la llave de paso para cortar con una sierra un tramo del caño hasta la pared frontal del domicilio. Un oportuno llamado a la Policía de la Ciudad permitió, a los pocos minutos, detenerlos “in fraganti”. El guardián “Ernestito”, un “Pincher mini” adulto algo excedido de peso (y de mimos) se convirtió en el héroe de la madrugada y el comentario de la mañana.
(AM)