En medio del escándalo por el espionaje ilegal, el diputado por la Ciudad dijo que si en vez de usar los recursos para espiar hubieran buscado a Arshak “hoy su mamá sabría qué fue de él”.
Las denuncias por el espionaje ilegal en la Ciudad continúan y esta vez fue el diputado del Frente de Todos, Leandro Santoro, quien hizo referencia al asunto. Así, recordó la desaparición del policía de la Ciudad, Arshak Karhanyan, el oficial de 29 años que fue a comprar una pala y nunca más volvió.
“Si los policías de la ciudad y los cuantiosos recursos técnicos de la AFI Macrista q se usaron para hacer inteligencia ilegal se hubiesen utilizado para buscar al Policía Arshak, hoy su mamá sabría q fue de él”, denunció. Y advirtió: “En Febrero se cumplen 3 años de su desaparición. Nadie lo busca.”
Karhanyan salió hace dos años de su departamento en el barrio de Caballito, dejó sus dos teléfonos celulares adentro y su moto estacionada en la puerta, se llevó su arma reglamentaria, su placa y su tarjeta de débito, que jamás fueron halladas. La última persona que se sabe que tuvo contacto con el joven poco antes de su desaparición fue un compañero suyo de “Exposiciones” llamado Leonel Herba.
En una de las pocas filmaciones con datos que constan en la causa, se ve a Arshak el domingo 24 de febrero en la puerta del edificio donde vivía hablando con ese oficial y escuchando juntos un audio del celular de Herba. Él dijo que estaban hablando de un plan de ahorro para comprar un auto, pero a Arshak se lo ve nervioso.
Minutos después Arshak sacó plata de un cajero automático en Primera Junta entró a un supermercado Easy. Luego se ve que sale del comercio con una pala de pico en la mochila y mira como quien busca a alguien. En Rivadavia y Paysandú se le pierde el rastro.
Arshak nació en Armenia y vino a la Argentina de niño. En 2014 ingresó a la Policía Metropolitana, donde se desempeñó en el área de Cibercrimen y participó como perito en la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman. Con la creación de la Policía de la Ciudad, fue asignado a la División Investigaciones y luego trasladado a la comisaría vecinal 7B. No conforme con su trabajo de Policía, Arshak estudiaba ingeniería informática en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Tenía amigos, vida social, proyectos y ayudaba económicamente a su mamá. Su familia no encuentra razones para pensar que pudo haberse ido o tomado una decisión drástica.
La investigación por la desaparición de Arshak la comenzó la Comisaría Vecinal 7B de la Policía de la Ciudad, la misma en la que trabajaba, el 27 de febrero de 2019. La fuerza porteña pidió colaboración al Ministerio de Seguridad de la Nación y al bonaerense para buscarlo en sus sistemas. Fueron a los hospitales de la zona y la morgue judicial para ver si había ingresado como NN. También revisaron el sistema SUBE, sus movimientos bancarios para ver si sacó más plata e inspeccionaron su casa. No encontraron nada.
La Policía también relevó más de 50 cámaras públicas y privadas. La querella denuncia que hay varias cámaras que faltan, o que están pero son de otro día. Los peritos revisaron también sus redes sociales y su celular, pero este último no pudieron abrirlo.
La causa por “averiguación de paradero” de Arshak tramita en la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 2, a cargo del fiscal Santiago Vismara. Según informaron fuentes judiciales a Clarín, los investigadores continúan realizando “medidas de prueba con la intervención de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) y de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) –dentro del ámbito del Ministerio Público Fiscal-. También de la Gendarmería Nacional Argentina (Grupo Criminalística y Estudios Forenses del Escuadrón de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales Buenos Aires) y de la Policía Federal Argentina (Departamento Unidad Federal de Investigaciones Especiales)”.
Pero pistas concretas sobre lo que pasó con el oficial no hay.