A través del concurso “Mi árbol, un mural” edición 2021 se premió a la alumna que resultó ganadora con 898 votos de vecinos. Participaron con sus dibujos 566 alumnos de 23 escuelas. La obra ganadora se convirtió en mural en el barrio de Flores.
“Los árboles nos dan oxígeno para respirar y cuando tengamos calor nos dan aire para refrescarnos, y es casa de animales y por último nos da belleza a la Ciudad”. Esas palabras fueron escritas por Milagros Belén Ursi Gumelli, que con tan sólo ocho años plasmó en su obra conceptos fundamentales sobre la importancia que tienen los árboles. La obra que la consagró ganadora de la segunda edición del concurso “Mi árbol, un mural” muestra un cielo celeste que rodea a un árbol con unas grandes flores fucsias en su copa verde.
El concurso, organizado por la Dirección General de Espacios Verdes y Arbolado junto con el Ministerio de Educación, contó en esta edición con 566 dibujos de alumnos de 23 escuelas y 2180 votos de los vecinos de la Ciudad. La obra de Milagros, la pequeña artista de 8 años del barrio de Flores, obtuvo 898 votos.
La artista plástica Soledad Fazzini fue la responsable de transformar la pared blanca en una reproducción en tamaño colosal de la obra.
“El proyecto nació de la idea de ofrecerle a los vecinos más chicos de la Ciudad un lugar en el cual expresar la importancia de nuestro bosque urbano. La alta participación y la creatividad de los trabajos presentados muestran el interés que la temática despierta en las nuevas generaciones”, explicó Julia Domeniconi, secretaria de Atención Ciudadana y Gestión Comunal. “En esta ocasión, recibimos 566 dibujos de alumnos de nivel inicial, primario y educación especial que enviaron sus obras a través de sus escuelas”, agregó.
Mili, la ganadora
Milagros vive en Flores con su mamá Karina, su hermana Sol, su perra Kira y su gata Lila. El lila y el verde agua son sus colores preferidos. Disfruta de jugar con sus muñecas, comer panchos, correr por las plazas de la Ciudad y trepar a sus árboles. Cuando empieza a hacer calor prepara su traje de baño a la espera de alguna invitación a una pileta: ama el agua y hace un mes empezó natación.
No es la primera obra de arte de Milagros. A ella le gusta crear: dibuja y hace manualidades. Caja que ve, caja que lleva a su casa. Agarra cartones y papeles de colores y los convierte en fantásticos vestidos, muebles de diseño para sus muñecas o lo que su imaginación conciba. Asiste al tercer grado del Colegio Armenio Arzruni en el barrio de Flores. En el colegio a ella y a sus compañeros los invitaron a participar del proyecto “Mi árbol, un mural” y la maestra les explicó la consigna. Ella no dudó en sumarse.
“Desde Escuelas Verdes, estamos muy felices de ser parte de una nueva edición del concurso «Mi árbol, un mural», organizado junto a la Dirección General de Arbolado. Una vez más el arte y la conciencia ambiental se unen para transmitir un mensaje a toda la sociedad. Quiero felicitar especialmente a todas las escuelas que participaron enviando sus piezas gráficas, nos llena de orgullo el compromiso y el enorme trabajo que realizan cada día hacia la construcción de un mundo más justo y sustentable”, expresó Angélica Gómez Pizarro, gerenta operativa de Educación para la Sustentabilidad.
Etapas del concurso
“Mi árbol, un mural” tiene tres etapas. En la primera, se elaboran las piezas gráficas. Los maestros de las instituciones educativas inscriptas les explican la consigna a sus alumnos y alumnas del nivel inicial y del primer ciclo del primario. Los chicos y chicas interpretan la consigna desarrollando obras que reflexionen sobre la importancia de los árboles en el medio ambiente. Luego, se envían los trabajos. Este año participaron 566.
“Es importante generar espacios como “Mi árbol, un mural” para que los más chicos y las más chicas puedan reflexionar sobre su entorno y ser más conscientes de la importancia de cuidarlo. Generar desde la primera infancia un vínculo de amor con las plantas y los árboles que los rodea es elemental para formar adultos ecológicamente responsables ”, señaló Victoria Roldán Mendez, subsecretaria de Gestión Comunal.
En la segunda etapa, un jurado de especialistas selecciona tres trabajos finalistas teniendo en cuenta: la pertenencia y creatividad, la presentación y el contenido. “A la hora de hacer la selección final de la terna, tuvimos en cuenta que las obras acompañasen el espíritu del concurso y reflejasen el trabajo de la consigna en clase junto a su maestros”, explicó Ignacio Heredia, uno de los jurados que participó de la selección.
En la tercera, los vecinos de la Ciudad son quiénes eligen a la pieza ganadora entre las tres preseleccionadas por el jurado. Cuando se enteraron en el colegio que el dibujo de Milagros había sido seleccionado como una de las tres obras finalistas, la familia, los maestros y sus compañeros y compañeras desplegaron la “campaña vota a Mili”. Las redes sociales y los servicios de mensajería se llenaron de invitaciones a elegir su obra. Votaron 2180 vecinos.
Cinco días después, su mamá Karina fue a buscarla al colegio y se enteró que, con 898 votos, la pieza presentada por Milagros había obtenido el primer puesto. El teléfono de Karina no paraba de sonar. “Cuando publicaron que ella había salido número uno me llamaban de todos lados al celular: la directora, la maestra, los padres de los compañeros”, contó la mamá de Milagros, Karina Gumelli.
Al otro día una bienvenida especial la esperaba en el colegio. Un cartel de felicitaciones con su foto y su dibujo en la puerta ya anunciaba lo que se encontraría dentro. “El recibimiento que le hicieron, todas las demostraciones de cariño… La verdad que fue muy emotivo para ella y para mí también. Después los chicos decían por la calle ‘¡miren la ganadora!’ y ‘¡muy bien, felicitaciones!’. Fue muy emocionante. Nos saludaban y la saludaban a ella y la felicitaban. Siento un orgullo gigante”, narró Karina .
A pocas cuadras del colegio, la Plazoleta Comisión de la Vivienda, ubicada en Balbastro y Rivera Indarte, fue el lugar elegido para llevar en una de sus paredes el dibujo de Milagros convertido en mural. La artista plástica Soledad Fazzini fue la responsable de transformar la pared blanca en una reproducción en tamaño colosal de la obra. Sus colores brillantes se sumaron ahora al paisaje porteño para disfrute y concientización de los vecinos.
La primera edición
El año pasado fue la primera edición del concurso. La ganadora fue Luján Rodríguez Viglianco y su dibujo ilustra el Parque Las Heras, ubicado en las avenidas Las Heras y Coronel Díaz, en Palermo. “El proyecto nos ayuda a trabajar sobre el cuidado de nuestros árboles primero en las aulas, donde los niños junto a sus maestras elaboran las obras; y después en los barrios, a través de los murales que interpelan a los vecinos que disfrutan de los parques o plazas. Desde la dirección no solo cuidamos el bosque urbano porteño sino que también realizamos acciones para reforzar el vínculo entre los vecinos y su entorno natural”, sostuvo Florencia Valía, la directora de Espacios Verdes y Arbolado de la Ciudad.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuenta con más de 430 mil árboles, el 85% de los cuales se encuentra en las veredas de la ciudad y el resto en parques y plazas públicas. De acuerdo a los últimos datos de Arbolado de la Ciudad, las especies predominantes son: el fresno rojo americano, el plátano, el ficus, el jacarandá, el tilo, el paraíso, y la tipa.
La Dirección General de Espacios Verdes y Arbolado, parte de la Secretaría de Atención Ciudadana y Gestión Comunal, trabaja para hacer de los espacios verdes de la ciudad lugares amigables, seguros y ecológicamente sustentables para el disfrute de todos los vecinos de la Ciudad.