Entre inicios y mediados de los 2000, compartió militancia con Cecilia Pando, y luego ambas se distanciaron por diferencias respecto a la posición pública a adoptar sobre los militares condenados. Tambien, se suma que Villarruel, a través de su estudio de abogados CELTYV, empezó a contactar a las familias de los militares detenidos con fines economicos y no cumplió lo prometido.
Hace tiempo que Cecilia Pando y Victoria Villarruel están peleadas. A pesar de que compartieron militancia en los inicios del 2000, cuando la actual Vicepresidente de la Nacion fundó el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv) comenzaron a tener diferencias. La discusión de fondo tuvo que ver con cuál era la posición pública que había que tomar con respecto a los militares condenados por delitos de lesa humanidad.
Una persona del entorno de Pando que fue testigo de aquellos años cuenta que el distanciamiento tuvo un día de quiebre: “La pelea grande sucedió cuando Victoria empezó a pedir plata a las mujeres de los militares. Les decía que iba a ir afuera a denunciar la ilegalidad de los juicios, que era una denuncia por los presos. Todas pusieron dinero y, al final, ella solo planteó el asunto de las víctimas y ni mencionó a los presos. A la vuelta, Cecilia la agarró. No se hablaron más”, dice.
Villarruel no respondió los mensajes a PERFIL (que en ese momento buscaban contactarla), ni tampoco a FM Trance, que ha buscado darle difusión a su causa, cuando tuvo las puertas cerradas de todos los medios, al menos, con la intención de que tenga su derecho a replica. Y para comprender la versión del círculo de Pando hay las posiciones que tenía la vicepresidente antes de fundar el Celtyv en el 2006. Hasta entonces, las mujeres habían coincidido. De hecho, hay registros de los tiempos en los que la actual candidata se refería a los militares condenados como “presos políticos”, cuando decía que lo que había vivido la Argentina en los ’70 había sido una guerra y planteaba que la salida era la “amnistía” para los exmilitares.
Esa es la línea en la que se mantuvo firme Pando, fundadora de la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de Argentina (AFyAPPA). En los años de coincidencia, incluso, llegaron a hacer acciones en conjunto. Sin embargo, cuando Villarruel decidió enfocarse en público en las víctimas civiles dejando de lado el reclamo público por la libertad de los militares condenados, la relación se rompió.
Las críticas de Pedro Mercado, el marido de Cecilia Pando, a Victoria Villarruel
Hasta ahora, el único que habló abiertamente del tema fue Pedro Rafael Mercado, el marido de Pando. El 28 de julio del año pasado, el hombre publicó un extenso texto en el que se quejó de que Javier Milei haya dicho que “los militares condenados por delitos de lesa humanidad tenían que estar presos”. “Algunos, y me resulta comprensible, dirán que la heroína de la fórmula es Victoria. Que hay que tragarse el sapo de Javier, porque la diputada libertaria, que no está dibujada, la tiene clara y que de ella provendría la solución al problema de los 70. Bueno… les diré que me encantaría poder confiar en la Vicky. Pero en este caso, por distintas razones, tampoco la Villaruel despierta mi confianza. Muchas veces, conocer más en profundidad a una persona, a veces te juega en contra (sic)”, escribió.
Mercado se detuvo en los tiempos en los que conoció a Villarruel. De hecho, contó que se conocieron en el 2006. El encuentro fue para celebrar que las mujeres habían interrumpido un discurso de Néstor Kirchner. “Debo confesar que, en esa cena, por primera vez me sentí parado a la izquierda de mis acompañantes. Siempre acusado de facho, el tono de las conversaciones de esa noche me colocaba un poco más a la izquierda de la pareja que nos había invitado”, aseguró.
El esposo de Pando también contó en ese texto que conoció al dictador Jorge Rafael Videla gracias a las gestiones de Villarruel. En aquellos, la discusión entre todos ellos se concentraba en cuál era la mejor estrategia legal para trabajar sobre los ’70. Mercado contó que él sostenía que lo mejor era plantear que “los crímenes terroristas debían ser considerados delitos de lesa humanidad”, escribió y agregó: “Victoria, por el contrario, sostenía con razón que esta posición era errónea. Que la lesa humanidad era una figura surgida del Estatuto de Roma, y que nunca podía aplicarse retroactivamente. La lesa humanidad estaba mal aplicada para los militares, y también estaría mal aplicada en el caso de los terroristas”.
De aquellos debates surgió la idea de crear un centro que pudiera llevar al plano internacional estos reclamos y así surgió el Celtyv. Sin embargo, según Mercado, cuando la candidata asumió la presidencia de la organización, todo cambió: “Y tal cual rayo en la conversión de San Pablo, o el chasquido de Tanos en la historia de Marvel, Victoria pasó a ser una fundamentalista del Juicio y Castigo a los Terroristas de los 70, olvidándose por completo de los militares detenidos por haber combatido al terrorismo setentista. La ilegalidad de los juicios, posición en la cual había militado toda su vida, pasó al olvido en una milésima de segundo, y en ese olvido quedaron todos los familiares de los detenidos que habían confiado en su trabajo. Y podría entenderlo si se tratara de una estrategia política, pero tristemente estoy convencido de que siempre se trató de ambiciones personales”, aseguró el marido de Pando.
Fuente: PERFIL