Yamil Santoro, el legislador que ataca a quienes viven del estado, pero ubicó a toda su familia

El legislador porteño, devoto de Javier Milei, guarda un profundo amor hacia su familia, tan absurdamente profundo que ha decidido materializarlo con contratos estatales masivos para todos sus miembros.

En los últimos meses, han salido a la luz, uno por uno, los contratos estatales que el legislador porteño, Yamil Santoro, distribuyó entre todos y cada uno de sus familiares. Nuestro medio colega Realpolitik ha podido confirmar al último miembro del clan que faltaba en esta insólita trama de nepotismo e impunidad.

La polémica reanudó el día de ayer, cuando difundimos el caso de Gabriela Zappaterra, la “madre del corazón” de Yamil Santoro que mantuvo una relación de muchos años con su padre Juan Carlos Santoro. Su verdadera madre, Nora Rudko, falleció en el año 2011, algunos meses después de haber sido diagnosticada con cáncer. Aunque, vale aclarar, la relación entre sus padres se rompió bastante tiempo atrás.

“Mi vieja dejó a mi viejo y se casó con un millonario de la banda de Menem. Carlos Saúl dijo que en su gobierno no hubo corrupción pero mi historia familiar me hizo conocer otra realidad. En parte, toda esa suciedad me inspiró a meterme en política y pelear contra las mafias”, escribió Yamil Santoro allá por 2018, vía Twitter, sin pensar que, algunos años después, correría detrás de Javier Milei y, muy especialmente, Martín Menem, otro integrante de la familia neoliberal, en un intento desesperado por congraciarse con el poder.

Capítulo 1: Contratos para su hermana y la madre de sus hijos

Cuando en el mes de junio de este año estalló la noticia de que la dupla compuesta por Roberto García Moritán y Yamil Santoro distribuyó 383 contratos apenas desembarcaron en el gobierno porteño, este medio descubrió que en el listado se encontraba Natalia Bilinkis, ex pareja del legislador porteño y madre de sus mellizos.

Casualmente, el hermano de Natalia es el emprendedor y tecnólogo cercano al Pro, Santiago Bilinkis. La contención de la ex de Santoro fue resuelta con un premio de 1.6 millones de pesos mensuales.

A la par, este medio sacó a la luz que Santoro incurrió en la misma práctica al negociar la incorporación al ministerio de Desarrollo Económico, a través de Roberto García Moritán, de su hermana menor, Aylén “Pepita” Santoro. Aunque públicamente, el legislador liberal acusó a REALPOLITIK de orquestar una “operación mediática”, lo cierto es que estos hechos constituyen apenas la punta del iceberg de un grave caso de nepotismo.

La “madre del corazón”, contrato y candidatura

Santoro también contrató a su “segunda madre”, Gabriela Zappaterra en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con un sueldo superior al millón de pesos mensual.

Inicialmente, con 57 años, Zappaterra ingresó al cuerpo legislativo de la mano de Moritán, quien la incorporó a su equipo tras asumir su banca. Cuando el ex de Carolina “Pampita” Ardohain fue designado al frente del ministerio de Desarrollo Económico, Yamil Santoro ocupó su lugar y su madrastra pasó a integrar la nómina de sus contratados.

Pero Santoro no solo empleó a su “segunda madre” en la Legislatura Porteña, sino que también la incluyó en la lista de precandidatos a diputados nacionales en las elecciones del 2021 en la Ciudad de Buenos Aires, ocupando el séptimo lugar como suplente en la nómina que encabezó Ricardo López Murphy. Fue, casualmente, la misma boleta gracias a la cual Roberto García Moritán obtuvo una banca como legislador porteño.

Vale aclarar que, cuando REALPOLITIK difundió esta noticia, Yamil Santoro salió a tomar distancia de su mamá del corazón vía X, asegurando que no era su madre “real” y que, otra vez, todo se trataba de una nueva operación: “Mi mamá murió en 2011. Esa nota no es más que una operación por el discurso que di ayer en la Legislatura”, tuiteó.

Sin embargo, las publicaciones personales de Yamil, donde la menciona como miembro de su familia, hablan por sí solas.

El padre, el beneficiario que faltaba

Ahora REALPOLITIK pudo confirmar que el padre de Yamil, Juan Carlos Santoro, también ingresó a la administración pública porteña en 2019 como asesor técnico en el ministerio de Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, bajo una contratación por locación de servicios.

Según se desprende de documentos oficiales tales como la resol-2022-2-gcba-ssam, este contrato fue renovado en varias oportunidades. Eran las épocas en las que el liberal coqueteaba con el gobierno porteño, cegado por la carrera electoral, pero también con su eventual sucesor. De esta vinculación política podría inferirse que la renuncia de Moritán a su candidatura a jefe de Gobierno estaba previamente pactada y su presentación constituyó una grosera estafa electoral.

Sin dudas, la sola noticia desmorona la romántica imagen que el propio legislador había intentado construir sobre su padre. En un tuit de 2018, Yamil escribió: “Mi viejo es fletero. Pero sabe hacer 20 millones de cosas. De él aprendí a construir, a reparar autos y electrónica, a soldar y otras tantas habilidades que me hacen ser una Victorinox ambulante”.

El hermano sin contrato, que no vive en Argentina

Por último, vale mencionar la existencia de un segundo hermano, Leandro Santoro, de profesión ingeniero bioquímico, quien se fue a vivir a Alemania hace algunos años para dedicarse a la actividad privada y, según aseguró Yamil, “probablemente no vuelva”.

La historia de su hermano, estuvo marcada a fuego por las decisiones de su madre pero también por el apoyo incondicional de su padre y su “segunda madre”.

“No conocí a mi hermano Leandro hasta que tuvo varios meses de vida y durante los primeros años mi viejo me decía que era hijo de su mujer por miedo a las represalias judiciales de mi vieja”, confesó, verborrágico, el diputado que ha sabido convertirse en el mayor emblema de nepotismo en la Ciudad de Buenos Aires.

Fuente: REALPOLITIK.COM.AR

 

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